Ambiente de naufragio

Entre el “estamos muertos” o el “sálvese el que pueda “ se nos va el afán. ¿Es la única salida la derrota o el egoísmo? La izquierda se ha abrazado a la derrota, y nos envía a las calles; la derecha, como siempre, nos convoca al egoísmo individual.

No se canta en los cortejos de cabreo que recorren las ciudades, en realidad nunca nos gustó estar día a día de conflicto en conflicto. Unos tipos se aprestan a ponerle 130.000 euros a un país en bancarrota y socialmente masacrado pero lo hacen con “desconfianza y pesimismo”, sin prometer que nunca más volverá a pasar. La derecha, en el gobierno, nos convoca “al sacrificio” y la izquierda, en la oposición, nos convoca a la calle. Ambiente de naufragio, sin duda.

O sea; que estamos solos. Ya les dije yo en su momento que si uno nos convocaba a la pelea y otro a la rebelión venían a reconocer la ausencia de ideas que pudieran influir en poder fáctico alguno. Las más vergonzosas venganzas históricas se han puesto en marcha y construir barricadas es la única propuesta que hemos oído.

Pues habrá que construir barricadas. Pero que se sepa en los cuarteles generales de las izquierdas de la penúltima vía y de los principios verdaderos que los partidos que conocemos no salen de las trincheras. Los partidos de la izquierda, a los que queríamos y en los que confiábamos, eran los de construir alianzas,la acción institucional, la acción sociopolítica, la negociación y las líneas rojas en las instituciones, para construir barreras políticas.

Serán borradas las viejas izquierdas como alternativas cívicas si la barricada es la única salida.No valen los viejos tambores para las nuevas luchas; ni esconderse en el conflicto social para ocultar la inutilidad institucional. El conflicto generará nuevos formatos en los que no estarán los capitanes del naufragio, sino los que aparezcan a socorrer.

Cuando uno se pide un puesto para combatir institucionalmente a la derecha no es para soplar la trompeta que convoque a las turbas que resisten el infame asalto de la derecha a las murallas constitucionales. Se pide uno un puesto para formular propuestas creíbles, gestionables, que sean escuchadas por los atacados y temidas por los atacantes.

En dos meses, se nos ha privado del derecho al trabajo y a la negociación colectiva; han reducido un 35% nuestro patrimonio y anunciado más recursos para la banca; han afianzado la austeridad más destructiva y predicado recortes en derechos que se anuncian para después de las andaluzas.

La venganza de los poderosos ha anegado nuestra débil barcaza vital y seguimos escuchando los mismas cantos marineros de siempre. Ambiente de naufragio y ausencia de ideas.

A lo mejor hemos de ir a las barricadas, pero si hemos de apañarnos solos que no nos digan como tenemos que pintarlas, donde ponerlas, ni quienes son los trompeteros. No se si me entienden.