La Europa irrelevante

Ya os lo advertí y anuncié: se acercaba el histórico momento en que los máximos dirigentes europeos serían elegidos. No he podido escribir estos tres días; así que os habéis librado de mi glosa a tan gloriosa circunstancia, en el momento de mayor cabreo por la cosa europea. Ya me lo temía, os dije: nos van a poner una cosa impresentable y , además, no os vais a enterar.

Dejadme decir que todos los líderes son responsables de esta decisión: cuanto más grises menos nos molestarán habrán pensado. Ahora bien, los gobiernos de la izquierda europea (socialistas: Gran Bretaña, España, Portugal, Grecia, Hungría y Eslovenia, citados sean por orden de aparición) tienen ante todos nosotros y nosotras la responsabilidad de haber apoyado, propuesto y elegido a una parte relevante del ticket de la mediocridad con el que nos han regalado a los europeos un futuro glorioso.

Ya tenemos el equipo mas mediocre que la Unión Europea ha tenido jamás al frente y la dirección de los socialistas europeos es fundamental responsable del desaguisado.

Que la Comisaria de Comercio devenga en Responsable de Política Exterior apunta a catástrofe y, especialmente, a poner en manos de el gobierno inglés una política europea que aparecerá más próxima al vínculo atlántico de lo que ya parece. Naturalmente, la derecha ha puesto un dirigente a la altura de la mediocridad reinante: el conservador Herman Van Rompey ,con perfil tan bajo como su colega socialista.

La derecha tiene claro donde va y lo que quiere: una Europa de los gobiernos, en manos de Merkel y Sarcozy, animados por el paulatino alejamiento de los británicos de la cosa. Los socialistas parecen más dispuestos a colocar piedras en la idea europea y a no incordiar a los pocos que mandan que a hacer política. Los portugueses impusieron a Barroso; los ingleses a la nueva Señora PESC; Zapatero apoya a ambos (de los otros tres ni se sabe).

Debe ser la forma de poner a España en medio de la escena internacional de la que ha hablado Pepiño Blanco, para sorna de algún blog. Si el resultado de nuestra notable influencia exterior es este, miedo me da cuando empecemos el viaje planetario junto a Obama, por Leire anunciado (faltan 38 días): igual nombran a un Presidente de compañía petrolífera para gestionar el cambio climático.

Así que el asunto histórico se ha convertido en sarcasmo histórico y democrático. Ahora sabemos que se elije Presidente de Europa como quien elije un papa. Encerrando líderes en conspirador cónclave que, en este caso, elijen la opción menos útil para el continente. Aunque, bien mirado, es coherente: vivimos años donde reina lo irrelevante y Europa camina hacia la irrelvancia.. a que me hago verdadero finlandés…