Meneos de rabia ¿“karmas” de cabreo?

Ayer 12, a las cero horas, la última entrada de mi blog pasó a “menéame”. Media hora después ya había seis comentarios. Esta mañana, a las nueve, en mi blog había habido tantas entradas (chicos deberíais dormir más) como en todo el día anterior. Mi texto (sobre el “inframileurismo”) no era, con toda seguridad, ni muy original ni especialmente interesante. Lo mismo ocurrió con un texto sobre la red y el clasismo publicado días atrás.
Todos somos famosos en internet para… quince personas; no me hago ilusiones al respecto. Quiero decir que hay alguna razón para que esos textos sean leídos, además de valorar a la gente de “menéame”, el interés de la plataforma y a sus usuarios, (su “karma”, diríais, aunque no entiendo muy bien, disculpadme, el sentido exacto: es que estoy mayor).
Y mi impresión es que lo que trae lectores a mis modestos textos es que hay mucho cabreo social escondido en las entretelas de la web. Un cabreo que carece de instrumentos de expresión social, cívica o política o que no se identifica con esos instrumentos, sean partidos o sindicatos.
Mientras mis lectores me honraban con la visita a mi blog, lo que era una forma de rebelarse contra los bajos salarios, Lidia ponía en el suyo una convocatoria de “cibermanifestación” que ya anda por más de mil. Así que mucha red y poca calle me parece a mí.
Hay mucha rabia, voluntad crítica que no circula por la calle, por las instituciones, en partidos o sindicatos. Tiscar Lara sugiere que la red nos trae, de nuevo, la relación entre ciudadanía, política y educación que, en sentido amplio, incluye la crítica social.
De eso creo que tratan estos meneos de rabia. De una necesidad, que se expresa en “menéame” y en tantos otros sitios, de canalizar el enfado social. Gracias a mis lectores de ayer por honrarme con su visita pero me atrevo a proponer que, además de su expresión en la red, salgan a la calle, escojan su partido, su sindicato, su organización y griten su cabreo donde hay que gritarlo: en la calle, en el voto, en las instituciones.
Tengo que dicho que seguro que unos cuantos acabaremos montando una asociación de damnificados y decepcionados por Obama pocos días después de que tome posesión; así son las cosas. Pero no cabe duda de que el cambio puede ocurrir porque mucha gente “meneó” la web pero, también, fue a votar y comprometió su esfuerzo. Amigos y amigas del “inframileurismo” apuntaros.