Ni poetas ni comunistas. Pero no se
hagan líos: el reaccionario no es quien ha escrito la recomendación sino
Ustedes y yo, que peregrinamos a Colliure o
gritamos ¡Sí, sí, sí, Dolores a
Madrid!
El català bo ens allibera de poetes i els ‘rojos’
i la corrupción.
Sobran Machado y Pasionaria del callejero de Sabadell.
Así lo dice un tal Josep Abad,
historiador. Cierto que se cotiza poco: por un contratillo de seiscientos
euros, le ha ofrecido al alcalde ‘anticapi’ una propuesta para expurgar el
callejero, a base de un “cortapega” de la Wikipedia y la enciclopedia catalana.
A Machado y el
resto de los poetas a los que se propone expulsar del callejero de Sabadell (Machado, Quevedo, Lope de Vega, Espronceda,
Garcilaso o Calderón de la Barca) se les reprocha ser
representantes del “modelo sociocultural franquista” (sic). Machado, además, está anclado en
el “jacobinismo hispánico” y es un anticatalanista. A Pasionaria se le reprocha su
estalinismo y sus limitaciones éticas. Es lo que hay.
No les quepa duda. Lo que sí explica la historia
es que la limpieza de sangre se comienza por los poetas muertos y se acaba con
los humanos vivos.
Pero, Ustedes y yo somos unos reaccionarios y el historiador es un “catalán
bueno”. El alcalde de Sabadell ha dicho que “Machado se queda”, cosa que
dicha en Catalunya es para temerse lo peor, como les pueden contar en
Paris.
El Diputado Joan Tardá nos
anuncia una república porque está harto de corrupción. Gracioso asunto en quien
comparte gobierno y candidaturas enfangados en el "tres per cent" y todos los posibles casos Pujol.
Ferrán Requejo, catedrático de la Pompeu Fabra,
ha declarado que al Gobierno español le interesaban los atentados, para hacer
fracasar a los Mossos. Afirma que es una especulación, recomendado método
científico para catedráticos que desprecian la verdad. Requejo tiene escrito que
"antes era imbécil"; mi especulación es que, probablemente, sigue
siéndolo.
No es contradictorio ser historiador, diputado o
catedrático y ser imbécil: hay notables ejemplos históricos. No se engañen, un imbécil ni es
idiota ni es un estúpido: el imbécil miente, desprecia la verdad, se cree el
más listo cuando es un ignorante.
Esto es lo que ofrece la limpieza de sangre catalanista. Una insultante
falsedad de la historia que presenta como ciencia lo que solo es irrisorio
escapismo.
Josep Fontana, este sí historiador con mayúsculas, crítica tanto
a los que se dedican al “giro lingüístico” (los análisis que ignoran los
contextos) como a los que creen que hasta que llegaron ellos no existía “la
historia de la cultura”. “Lo que resulta inaceptable, según Fontana, es el intento de hacer
de las representaciones mentales el motor fundamental de la historia”.
A quienes creen y practican la política
retroactiva de la ira,convendría recordarles un viejo consejo de Martí i Pol, poeta, catalán y
comunista : “convertirem el vell dolor en amor i el llegarem, solemnes a la
historia”. Dicho de otro modo, la
política de odio, solo hace avanzar el odio, la estupidez y la ignorancia.
La limpieza de poetas del siglo
de oro en el callejero o de dirigentes del PSUC o del PCE es un mensaje
claro de la renuncia del independentismo a los movimientos que representaron ingenio e ilustración en nuestra
historia. Francisco de Goya,
liberal, afrancesado e ilustrado es un “franquista”. Así se escribe la
historia, según “el catalán bueno”
Mi padre, nacido en Barcelona, que me regaló el disco de Serrat cantando a Machado, me hubiera dicho sobre esta
gente: Juan, este tipo es un “tonto del culo”. El meu pare, nascut a
Barcelona, em regalà el disc d´en Serrat cantant Machado, i em digué:
“Joan, aquest home és un cap de ruc”.
Esta columna se llama “peregrino
mundo” en honor de un verso de Paul Auster, que podría darle un
buen consejo a los de Sabadell y a los demás: “El que confía en imbéciles,
termina comportándose como un imbécil”