Cuaderno de campaña (XII): la brecha digital

Pueden fiarse de mí o echar sus cuentas: la cosa, según las encuestas, es que el bipartidismo resiste mejor en los territorios con menor tasa de digitalización. Es decir, lo analógico pondera el bipartidismo.

Pueden Ustedes decir, y tendrán razón, que es otra versión de la división generacional que se ha visto en la campaña, ya que las comunidades con menor penetración digital se corresponden con las más envejecidas.

Lo que la brecha digital pone de relieve es la tensión excluyente de las campañas electorales cuando se vuelcan excesivamente en las redes sociales.

Dos son los efectos del exceso de redes. En primer lugar, la segmentación radical de los mensajes (el microtargeting), decirle prácticamente a cada persona lo que quiere oír, acaba conduciendo a la movilización de los ya movilizados y a la exclusión de los no animados o animadas.

En segundo lugar, aleja a las formaciones políticas de una parte de la sociedad muy relevante, evitando el feed-back e, incluso, falsea las valoraciones de los sondeos.

Uno de los problemas con los que se encuentran las técnicas de sondeo actual es precisamente la digitalización. La desaparición de los teléfonos fijos, y las no-respuesta de quienes no se incluyen en las conversaciones de red de la población movilizada, ponen en peligro la representatividad de las muestras.

Por eso, el valor de las encuestas presenciales (CIS) frente a las telefónicas es la mayor representatividad de la muestra. Y el riesgo de las no presenciales es la subrepresentación de determinados grupos de población.

Las formaciones emergentes han construido su universo de red y, en todo caso, han cedido a las televisiones – alguna de ellas excepcionalmente implicadas en la selección de nuevas élites – los mecanismos de socialización de su opinión.

Las fuerzas del bipartidismo tradicional van a trabajar en ese campo analógico esta última semana, sin duda.

Verán Ustedes como hoy el debate tiene menor transcendencia positiva en las redes y más muestras de cabreo porque los áureos líderes nuevos, oh cielos, han sido objeto de la misma exclusión que ellos practicaron con otras formaciones. Naturalmente, la Secta, como era de esperar, ha organizado el debate alternativo.

Mañana hablaremos del debate sobre el debate. SI, tienen razón, da pereza, da pereza.