El Terrateniente y el vocero

Que la verdad no te arruine un buen tuit se dijo el vocero y a la par Consejero @pmanglano. Y se cascó la cosa de la “izquierda del caviar” que tenía guardada en su libreta de citas reaccionarias.

Le mueve al prócer la intención de desprestigiar a un Señor que está en contra de la privatización del Canal de Isabel II. También, debemos reconocerlo, para hacerle convenientemente la pelota al Director de el Mundo, autor intelectual de la felonía.

Nadie que no fuera de la derecha paleta madrileña hubiera utilizado esta expresión, afrancesada por cierto, que no se refiere a quienes tienen propiedades o han escalado posiciones sociales sino a quienes de origen familiar en la alta burguesía abrazan ideas de izquierda.

Pero es que la derecha paleta madrileña no está para sutilezas. Como esto de izquierda y derecha viene a resultarles muy moderno, lo mejor es pedir prestadas expresiones a los foráneos, aunque no se sepa ni de donde ni de cuando proceden ni que significan.

La cosa es que todo aprovecha para el convento y si la hoja parroquial del hacedor de áureos argumentarios nos pone a mano un “terrateniente” que echarnos al coleto pues a repetirlo con fruición que el Congreso está cerca y la lideresa sabrá ser agradecida.

Conozco a Ladis desde hace años. Creo que mi proporción de acuerdos y desacuerdos con su discurso es similar a la relación entre numero de días pares o impares. Pero, naturalmente, venimos de un tiempo donde los debates no se basaban en porquerías, juzgados y mentiras.

Viene a resultar que para la derecha paleta madrileña quince hectáreas que rinden mil euros le convierten a uno en terrateniente. De lo que deduzco que para el Señor Consejero la clase media viene a ser el pobre de solemnidad. Ahora lo entiendo: es a esos a los que hay que machacar sin sanidad, educación y servicios públicos porque, dicen los manuales liberales, es en el medio donde hay que machacar fiscalmente.

Obviamente que Ladis no sea un terrateniente o no tenga piso en la esquina de la Castellana no dará para una disculpa. Al fin y al cabo, Ladis vive en una casa, cosa que no se debería permitir a un desarrapado que se moviliza contra la privatización del agua. Hasta ahí podríamos llegar.

El constructor de piscinas ilegales, amante de la lluvia dorada o generador de argumentarios reaccionarios será feliz con la ocurrencia del caviar de nuestro vocero y se lo contará a la lideresa, el joven promete. Apunten, nos queda la izquierda del champán y la gauche divine (anoto: tampoco tiene que ver con los terratenientes).

Llega el Congreso y la lideresa a veces no nos mira bien. Seamos comprensivos.