En vísperas del indicio

Aquí de vuelta. Me he entretenido en copas, lifaras y algo de trabajo. Tengan los mejores días posibles; los míos los llevo muy bien; gracias.

Un poco aterrado para que engañarles. Por razones de trabajo he dedicado unos días a los peperos presupuestos de la Comunidad de Madrid y a los de mi ciudad y veo el futuro próximo mas bien oscurito.

Mañana, anuncian, toca un primer recorte. La congelación del salario mínimo no puede ser computada como tal sino como falta de sensibilidad, al parecer. O sea, que estamos en vísperas.

Como los que si estaban allí, efectivamente estuvieron, nos vemos en estas. Reunidos los trece apóstoles del recorte nos darán un indicio, dicen que de 4.000 millones, sobre nuestro futuro.

Comienza nuestro invierno; será largo: unos ocho años, por un poner. Será ineluctable la primavera que nos prometió Neruda pero apunta a larga espera. En el entretanto nos entretendremos con algunos recortes.

Al parecer “van a hacer lo que hay que hacer”. Siendo que esto de “lo que hay que hacer” viene ser fastidiar a la mayoría, entenderán Ustedes mi terror mientras espero la pertinente ocurrencia.

Los de CiU, Esperanza Aguirre y Cospedal han enseñado el camino. Por ejemplo, no te pongas malo y necesites receta en Cataluña: cuesta un euro. Excelente incentivo para el mercado negro de medicinas del que alguien, no lo duden sacará tajada.

Aguirre no contenta con recortar inversión y derechos sociales, castiga a sus funcionarios con pérdida de derechos y ampliación de jornada. Cospedal, a golpe de recorte cada día, va haciendo méritos.

En suma que si Ustedes siguen el optimismo de Rajoy se me preparan para un recorte de 16.000 euros (me equivoqué, yo había vaticinado 14.000); si siguen la vía pesimista del tal Laborda, al que yo no tenía por hijo de puta, deberemos prepararnos para recortes de 40.000. Al parecer la diferencia está en si reconocemos el déficit verdadero, a lo griego, o solo un poquito.

Total no me exageren. Los 16.000 millones propuesto por Rajoy vienen a ser cuatro meses de pensiones contributivas o siete meses de desempleo. No sigo, no sea que me pillen la idea literal.

Mañana toca el indicio y el inicio. Aprovechen y se me hacen unas copas y unas risas, antes de que sea tarde. Feliz Año.