Pregunta electoral (II) : ¿Y si votamos a Trajano?

Trajano sabría como resolver la crisis. Lo ha dicho Santiago Posteguillo su biógrafo. Inquietante cuestión electoral para proponer a nuestros candidatos (dicho en masculino porque son todo tíos). La estrategia Trajano da para cualquiera de nuestros mas ilustres aspirantes a representantes del pueblo. Podemos acabar con el paro montando guerras; podemos montar costosísimos eventos lúdico – festivos o podemos construir ciudades.

Cómo se verá, todos y cada uno de nuestros aspirantes podrían aprovechar las experiencias del emperador que, además, era de Sevilla, lo que le da un toque nacional que siempre será mejor que copiar a la Merkel o al Sarcozy, extranjeros malvados en manos de los mercados.

Por ejemplo, nada mejor para Rubalcaba y Griñan que apuntarse a la estrategia de Guerra de Trajano. Vale; tener un escudito miliar para atacar a Rumanía (Dacia) es desaprovechar la cosa pero podemos convertirnos en centinelas del mundo árabe, financiados por los americanos eso si.

Con un poquito de gasto militar, unos miles de millones que sacaremos de congelar pensiones por ejemplo, podemos aplicar la misma estrategia que Trajano para reducir el paro: llevar a los parados a las legiones, eso si: para defender los derechos humanos. como Chacón afirmará rotunda y oportunamente.

Al PP le viene mejor la estrategia de Trajano de montar eventos. Todavía recuerdan los libros los juegos de tres meses donde murieron tres mil esclavos y crearon en Roma grandes ríos de dinero.

Cierto que poner gladiadores y leones en la Puerta de Sol no queda fino, molestaría a los comerciantes como todo el mundo sabe. Pero, con la misma filosofía, se podría encargar a Manglano una visita de tres meses de Benedicto. Teniendo en cuenta que tres días generaron, según el muy ilustre Consejero, una décima de crecimiento de PIB, con treinta veces más alcanzaríamos los tres puntos de crecimiento en liberalísima estrategia. En lugar de esclavos podemos llenar las mochilitas de los asistentes con restos de laicos, que se ponen muy molestos en cuanto Manglano se pone a arreglar la crisis.

Aunque, sin duda, quien mejor puede aprovechar la experiencia de Trajano es la izquierda convergida o convergente, que no se sabe si final tiene la cosa de reunirse consigo mismo. Efectivamente, el hombre era keynesiano y se puso a construir Ciudad como un loco, revitalizando el deprimidísimo sector de la construcción y permitiendo comer a los esclavos. Carus Optimus Cayo, además del nombre que ya le aproxima a la notable experiencia de Trajano, tiene a su alrededor gente que podría jugar el papel de Adriano. O sea; algún sátrapa que se aprovecha del trabajo del imperator para ocuparse de lo suyo y la sucesión.

También están los que allí dicen una cosa y aquí están con los del medio, que podrían aprovechar la experiencia trajana para descongestionar el contaminado centro sacro de las ciudades. ¿Cómo? Construyendo otra, naturalmente.

Lo dicho, igual voto a Trajano.