“Soplapollez”

¿Si la palabra “soplapollez” no está en el diccionario podrá llamarse soplapollas, que si lo está, al Señor Ministro de Trabajo? A mi ya hace tiempo que me lo parecía pero ahora que lo dice el mandamás de la UGT (versión El Mundo) no tengo más remedio que darlo por bueno.

“Soplapollez”, dice el Secretario de la UGT, es el giro este de izquierda del gobierno con los banqueros medido en subirles los impuestos a los banqueros que no a la banca como el Ministro ha propuesto. Lo que no se yo si no será otra “soplapollez” eso de pedirle a la banca que se reconcilie con los españoles que propone el mandamás de UGT (según la versión de EL Mundo). A mi con que den crédito que para eso están ya me vale, que quieren que les diga: uno no está para reconciliarse con semejante personal.

Lo que parece pedir Cándido y no le falta razón, me parece a mí, es que con la cosa fiscal es mejor no juguetear en los cursos de verano, mientras el otoño llega, sino plantearse el problema en serio.

Cosa a la que Zapatero , y la muy ilustre Viceministra, ya ha dicho que nada de nada; por mucho que Rubalcaba tuerza el morro, dispuesto el hombre como está a renovar la izquierda desde el desastre del gobierno al desastre de la oposición.

ZP que ya ha hecho despedir a 5000 socialistas locales y autonómicos y se ha transmutado sólo en P, se apresta ahora a que se despidan otros cinco mil más anclados en el estado, y para eso nada mejor que meterse con los banqueros, aprovechando que Botín hace unos días que no pasa por su casa, para que la caída sea con gracia.

Porque digo yo que siendo como probablemente ha sido un pelín soplapollas el Ministro de Trabajo, apuntándose a la moda con cierta precipitación, antes del oportuno mitin del nuevo prócer, y proponiendo tontería que no da un duro, lo del “rojerío antibanca” del "Señor pe" viene a ser peor ya que, apenas unos meses después del ejercicio de matonismo de Botín, al que por cierto se le ha respetado la agenda, no cuela tamaño grito escénico.

A mi lo que me gusta es hablar de impuestos en serio; o sea de los que pagan los ricos, las sociedades y los especuladores y no las clases medias ni los parados.

Y se me ocurren unas cuantas cosas para hacer retorcer el morro de Botin; las mismas que a mis lectores: lo de revisar las SICAV; lo de preguntarse porque la Banca se hincha a comisiones; lo de acumular partimonio inmobiliario, lo del IVA de algunas inversiones (por ejemplo las de los que especulan con oro); los impuestos a las transacciones financieras a corto plazo, etcétera.

Seguro que si el Ministro se pone a hablar de estas cosas no le llaman soplapollas, palabra esta que si está en el diccionario.