El Premio Nobel de la Paz declara pelea.

Qué escándalo; Barak ha descubierto que la banca se juega el dinero de los depositantes. Increíble.

Nada como perder unas elecciones para descubrir la realidad . Un revolcón al Premio Nobel en la elección al Senado y Wall Street se pone a temblar. Ha costado un año declarar que estos tipos son malos, malísimos de la muerte.

La Banca española aplaude la decisión de Obama porque los bancos americanos son malos, malísimos y los nuestros no necesitan de tamañas radicalidades, porque sus prácticas, como es conocido, no son de riesgo y están, como todo el mundo sabe, perfectamente regulados.

En España, cierto, la Banca de Inversión está separada de la Banca comercial, primera de las propuestas que defiende Obama. Ahora bien, el porcentaje de crédito en el ladrillo sostenido en activos sobrevalorados constituye una forma de riesgo tirando a escandaloso. Pero, como todo el mundo sabe, el gran regulador lo ha hecho divinamente y las pelas de rescate que ha dado el gobierno, a precio de saldo, eran por nuestro bien y no para que los bancos pagaran sus deudas, faltaría más.

Como ya os he dicho hace poco, los americanos y americanas andaban mas que cabreados con el rescate bancario y desprecian a Wall Street, según las encuestas. Me pregunto porque no me hacen a mí una encuesta de esas. Sin embargo, ni el partido Demócrata ni la Casa Blanca le habían prestado atención a la cuestión.

De hecho, el Congreso norteamericano acababa de terminar los trabajos sobre la reforma financiera sin que nadie del Partido Demócrata hubiera propuesto cosas parecidas a las que propone Obama. De lo que se deduce, como ya he apuntado antes, que las derrotas electorales animan la imaginación propositiva que es un primor.

Sea como fuere, el Premio Nobel ha convocado pelea para separar las funciones de banca de inversión de la banca comercial (básicamente, la resurrección de las medidas del periodo de la depresión) de modo los bancos de inversión no puedan jugar con depósitos de sus clientes. También se propone limitar el tamaño de los grandes bancos para que no se conviertan en "demasiados grande para quebrar".

Un poquito de populismo urgente, tras un año de espera, puede ser necesario. Se acercan las elecciones de medio mandato pero eso, naturalmente, no tiene nada que ver.