Desagradecidos que me dejáis sin pensión.

Con lo que hemos hecho por vosotros y vosotras. A ver: os hemos tenido sin papeles y sin derechos; en trabajos de porquería con salarios de porquería y, ahora a las primeras de cambio, os vais. A ver: os hemos permitido que dejárais el instituto; no nos ha importado que fuerais unos fracasados; os hemos pagado salarios de porquería y , ahora a las primera de cambio, os volvéis a la escuela. Y eso cambia la pirámide de población, el número de activos y en el 2023 me jodéis la pensión.

Ya empezaba a preocuparme que nadie hablara del sistema de pensiones. Para mi tranquilidad, el faro y guía de occidente ya ha advertido que llegan generaciones sin pensiones porque el sistema entra en déficit en el 2023 que es cuando, más o menos, me tocaría si es que podemos acabar teniendo pensión.

Y como la cosa es que el patio no esta para vender fondos privados (de aquí a acullá han perdido una media del 20% y algunos de empresa están en quiebra) viene a resultar que lo que hay que defender ahora es el cambio del sistema de reparto; o sea: cobrar menos. Y los técnicos y publicistas ya han recuperado ideas conocidas y algunas nuevas que aplicaremos enseguida para joderme la pensión.

Por ejemplo, algún listillo ha decidido que sería bonito que el cien por cien de la pensión sólo lo cobraran los que han trabajado cincuenta años. Es decir, los que empezaron a trabajar a los quince años. Chungo, pero chungo, chungo. Ya nos hemos cargado la carrera de pensiones de los jóvenes a golpe de trabajo temporal y bases miserables. Ahora nos cargamos la de los mayores y todos contentos.

Lo que molesta es que el listado de proponentes para los cambios es amplísimo y entre ellos figuran destacados socialdemócratas de los de toda la vida hoy convertidos en “gurus” de las reformas necesarias para superar solventemente la crisis. Así que me doy pos jodido.

Naturalmente, crear empleo o aumentar salarios, cosas que como es evidente mejoran la base del sistema no es una idea que se valore mucho en el ámbito de expertos y eurocratas dispuestos a quemar el sistema español antes de mejorar el hecho de las pensiones españolas son notablemente bajas.

A corto plazo dicen no hay problema. Eso sí; la crisis no puede durar más de cinco años. Cosa sin importancia porque, como todo el mundo sabe, la crisis ya ha acabado como ha anunciado el premio Nobel de la la Paz.

Pues queréis que os diga: a mi esto me tiene mosqueado. Y lo que me mosquea definitivamente es que “el secretario de Estado sí asume que serán necesarios cambios profundos, pero evita dar pistas”. Y es que cuando estos no dan pistas me joroban: ayer los impuestos, mañana la pensión.