Que buenos son: sólo te cortarán internet un poquito.

Conmovedor, la Coalición de creadores e industrias de contenidos – el brazo en la red de los ladrones de la SGAE- ha decidido que no cortará internet a quienes se descarguen archivos. Sólo te fastidiarán un poquito: te reducirán la banda ancha. Cosa que tiene su aquel teniendo en cuenta cómo funciona la tal banda en nuestro país.

La Ministra ha debido convencer a la tal coalición de que quiere conservar su puesto así que habrá pedido que joroben pero que parezca un accidente y no a lo bruto, como en Francia, donde por cierto a golpe de Hadopi, Loppsi y todos los ministros franceses están a punto de inaugurar la censura europea en internet, camino que seguirá pronto el superministro de Obama y a la que en dos días se apuntará Berlusconi, que en estas cosas es un maestro.

Debemos dar las gracias del asunto a un personaje que ha llamado “yonkis” a los que descargan. Y, como se sabe, lo grave no son estos pobres colgados sino las mafias que les venden la droga. Así que imagino que este ilustre terapeuta social considera que reducir el ancho de banda debe ser, más o menos, como un dispensario de metadona.

Lo que el ilustre personaje de la Coalición (suena la cosa a película friki, lo sé) no dice es que para reducir el ancho de banda hará falta una especie de policía digital que rastree nuestro comportamiento en la red. ¿Por qué, al final, todos estos acaban teniendo alma de policías?

En Francia, en las últimas semanas, florecen en la red textos, páginas web, explicando a los poco conocedores de tecnología de Internet formas sencillas de eludir los dispositivos en la lucha contra la piratería elaborados por el gobierno francés. Este es uno de los muchos efectos observados desde el inicio de la resistencia contra la Ley Hadopi. La “resistencia” ( y de esto en Francia saben mucho desde siempre) informa que, de hecho, el dispositivo previsto por la ley es especialmente frágil y difícil de aplicar.

Quizá sea por eso que copiar a Francia ya no gusta a la Coalición asi que, nada, a inventar formas para tener controlados a los “yonkis”. ¿Qué tal un poblado cibernético, vigilado por la SGAE y financiado por el Gobierno? Mejor no les doy ideas