Oh, cielos lo han descubierto: las ciudades son de derechas.

Buscaba la exclusiva del día; algo propio del periodismo de calidad; por un poner: un sastre delator, un choricete declarando su amor a un imputado…incluso dispuesto a conformarme, que se yo, con algo amarillista o tendencioso: que, cual metalúrgicos explotados, los trabajadores del grupo Prisa se iban a manifestar en Madrid.
Pero el periodismo siempre triunfa y he encontrado la exclusiva. El País, faro y guía de Occidente, lo ha descubierto: las Ciudades son de derechas. Así; sin más, sin respetar a Gallardón; de derechas. Y vosotros y yo, amigas y amigos, sin caer en la cuenta durante años.

Hubo un tiempo, gobernando aún Felipe González, en que los socialistas españoles sólo lograron ser los más votados en cinco de las 52 capitales de provincia. Fue un duro golpe que no se ha repetido, pero lo cierto es que las ciudades españolas siguen siendo mayoritariamente de derechas.” Así empieza el artículo que especula sobre la vivienda, el envejecimiento, la inmigración e, incluso, el miedo como factor que lo justifique.

Hubo un tiempo, gobernando aún Felipe González, en que un ministro de economía, modificó la ley de arrendamientos e inició los catastrazos. Hubo un tiempo, gobernando aún Felipe González, en que otro ministro de economía, mantuvo que era buena la política de la “peseta alemana” y subió los tipos de interés hasta el 15 o 20 por ciento. O sea que la expulsión inmobiliaria no es tan reciente.

Hubo un tiempo, gobernando aún Felipe González, en que otro ministro de economía estableció los contratos de trabajo temporal y los salarios de porquería. En suma, hubo un tiempo, gobernando aún Felipe González, en que a los jóvenes y la clase media nos expulsaron de la Ciudad. Puesto que no olvido, no seré feliz, sugirió Truyol.
Esta es la novedad real del análisis que propone el faro y guía de occidente: el miedo y la inseguridad en la Ciudad. Ah, camaradas, si queréis recuperar las ciudades para la izquierda debéis poner policía, al modo de Chirac y Sarcozy, que reduzcan los niveles de criminalidad.

Rescatar la solidaridad, ampliar los espacios sociales en la Ciudad; rechazar que las políticas sociales se reduzcan a los ámbitos rurales del sur; penalizar con impuestos patrimoniales las expulsiones urbanas (vivienda vacía y cara); recuperar pedazos del centro para la gente del común sólo son ideas absurdas que empalidecen frente a un buen par de guardias urbanos.

El País, faro y guía de occidente, lo ha escrito: es que yo soy “crítico y exquisito”.