El ministro tiene un plan: Rumanos a Rumanía

Rectifico inmediatamente. Hace unos días me interrogaba aquí sobre la utilidad de un ministro, el de Trabajo, al que no se le conoce idea alguna. Hoy, el faro y guía de occidente, me desmiente: Corbacho tiene un plan. Que no se diga que en este Blog no se rectifica.

En el citado medio se da cuenta de la creatividad de Corbacho frente a la crisis; prepara una medida que reducirá, súbitamente, el desempleo: los rumanos a su casa.

Forma parte de la historia clásica de las crisis un doble movimiento: mientras se jode a la clase media con impuestos, restricciones de crédito, pérdida de empleo y negocios, se cede a sus pulsiones más reaccionarias. Rastrear las crisis y encontraréis, para pasmo socialista, numerosos ejemplos.

Pues nada; aprovechando que un país en bancarrota afirma necesitar trabajadores (a un salario medio de 321 euros y un salario mínimo es de 137 euros) nos ponemos a estudiar como enviarles a sus nacionales.

El hecho de que siendo europeos esto de la nacionalidad parece secundario no arredra al creativo ministro. Que la mayoría tengan los mismos derechos de los españoles o sus hijos los mismos derechos que nuestros hijos es cosa que no parece molestar al citado ministro. Que la mayoría de los trabajadores y trabajadoras rumanos haya financiado y financie nuestra Seguridad Social que, como todo el mundo sabe, tendrá superávit, tampoco.

Este debe ser el partido que, según Jáuregui, se juega en Europa y el modelo social que anuncia Aguilar: pasar parados de un país a otro. Es una gracia que el estado de derecho ponga los trenes para cruzar Europa en movilidad forzosa. (Una sutil maldad que no espero que Corbacho entienda).

En fin, una media creativa para ayudar a Jose Luis a reducir desempleo y demostrar que lo peor ha pasado: los ponemos en Bucarest y ya no computan. Hay que conceder a la xenofobia de toda crisis un poquito de carnaza.

Sebastián y Corbacho tienen un plan: consumamos productos españoles con parados españoles. Chulo, chulo, moderno, moderno. Este es el Partido que se la juega en Europa: que chungo, que chungo.