La refundación ha venido y nadie sabe como ha sido

He pasado todo el día en ascuas. Esperando una señal del cielo o la tierra: un rayo de fuego que destrozara a la banca; barricadas organizadas por Obama frente a la sede del Banco Mundial; Solbes cantando la internacional; un artículo de la Monthly Review anunciando el derrumbe global; en fin, algo que me advirtiera que empezábamos a subir el último peldaño del capitalismo.
Él dijo, como estaba previsto, que había poner más pasta. Reflexionaba sobre ello cuando Itziar, en la comida, ha afirmado: “si yo fuera Botín también querría que los gobiernos aumentaran las ayudas”. Bien, vale, la chica ha estado sembrada, pero después de tres años pagando matrículas de estudios de economía, tampoco es tanta productividad.
Pues nada, que han puesto pelas. La Merkel y el Sarco no lo tenían claro por su aversión al déficit, su convicción de que las empresas americanas se van a aprovechar del dinero europeo y porque ya hay mucha gente diciendo que las medidas hasta ahora no funcionan.
Pero bueno aquí está la pasta para…, tachín, el Banco Mundial que, tras destrozar la economía de los pobres durante décadas, va a salvar de nuevo a los pobres de esta crisis. Una de bomberos pirómanos, marchando.
Una pasta que no pondrán las grandes fortunas y, a lo peor, ni el inconfesable dinero oculto. Dinero público que pondrán los mermados ejércitos de asalariados y administrarán los que, naturalmente, administraron el anterior.
Por supuesto, tan notables mentes debían encontrar a los culpables de todos los males. No eran las subprime, los agujeros bancarios o la burbuja inmobiliaria. No: eran los paraísos fiscales. Y ahora que sabemos quién es el malo, los hemos asesinado (bien muertos están). Y hemos aprobado un montón de nueva ingeniería financiera; que es esto…¿un planeta; una estrella, superman? No: Los” super supervisores”, policías de la banca y los fondos de inversión.
El nuevo orden ha llegado. Ah, vosotros y vosotras, radicales, que soñabais con campos de concentración de burgueses y patronos. Nunca atendisteis mis explicaciones sobre la refundación. “Hemos ido más lejos de lo previsto” ha dicho Sarcozy. Y si él lo dice será, porque como se sabe al francés no le gustan los buenos discursos sino la política y, como se sabe, el francés y Benedicto están contra el capitalismo inmoral. Del otro no han dicho nada.
En fin, ya ha llegado un nuevo orden mundial, y nadie sabe cómo ha sido.