Ellos son imbéciles pero el dinero era nuestro: (III) Los Refundadores (Tercera Parte)

Vayamos concluyendo esta interminable serie con un análisis sobre los principios que le orientarán como refundador. En realidad, refundación es diversidad: un banquero, un sindicalista, un obispo y un periodista, un tertuliano, un activista del “altermundismo”, pueden coincidir en una asamblea refundadora y concluir que sus ideas han triunfado.

Él, en su toma de posesión global nos ha iluminado: “no discutimos sobre el tamaño del gobierno sino si funciona”. Ya veis: han vuelto los gatos de Deng Shiao Ping y Felipe González. Diversidad sí; pragmatismo, también. Preparaos, pues, para envolver en una sutil bandera roja al capitalismo; Id a la estantería de las ideas y tomad la que mejor convenga.

Reconozcamos, eso sí, que si te gustan las ideas liberales buenos tiempos no corren. Esas ideas permanecerán almacenadas mientras dure la crisis; pero no son presentables. De hecho, ha sido la parte política de la derecha la que ha inventado lo de la refundación para no tener que inventar moldeo alguno: dedicad vuestro discurso al capitalismo moral, sea lo que sea eso, o a decir que no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades, sugiere Sarcozy.
La economía crítica si tiene una explicación de lo que ha ocurrido, faltaría más. Howsbam ha hablado; marxistas y heterodoxos de toda clase están excitados y los departamentos de economía crítica preparan documentos para informarnos sobre el último peldaño del capitalismo. La cuestión es la debilidad de las plataformas políticas y su presencia social. A diferencia de los años 30 o los 70, no son poderosos sindicatos o fuerzas sociales sino la clase media quien amenaza la estabilidad del establecimiento.

Puedes mirar en el armario de la socialdemocracia. Encontrarás una declaración de victoria, pero pocas ideas de por qué ha ocurrido y menos aún de lo que hacer. Ahora que todo el mundo clama por el capitalismo administrado, la economía mixta y los mercados regulados resulta que abandonaron hace décadas ese campo.


En fin; no preocuparse. La refundación tienen lemas para todos y todas: debemos repudiar el consenso de Washington; el mundo debe ser multipolar y basarse en acciones multilaterales. Y, sobretodo, sabemos que se han acabado las locomotoras y que vamos todos a uno, regulando y refundando.

Los economistas han abandonado el campo de batalla ensangrentados. Algunos honestos reflexionan sobre la profesión; otros, que si avisaron de lo que pasaba, consumen su tiempo aconsejando en las columnas de los periódicos (Krugman o Stigliz) aunque sin la autoridad del viejo refundador (Keynes); otros que hace un trimestre afirmaban que no se podía poner arena en el engranaje defienden en las tertulias y , con la misma firmeza, lo contrario.

Ahora, amigo, amiga, vayamos a refundar que son dos días.