El Vicepresidente recibe a Pedro Sánchez.

El Vicepresidente está enfadado. Dos semanas después de hacerle una propuesta a Pedro el Hipócrita, este sigue empeñado en negociar con Ciudadanos. Más aún, han hecho juntanza en comisiones negociadoras. ¿Qué pretenden, dos vicepresidencias? Hasta ahí podríamos llegar. Totalmente incompatibles.

El Vicepresidente está de los nervios. Casi quince días después de su generosa oferta de acuerdo, solo una Vicepresidencia, cuatro ministros y un par de insultos, Pedro el Hipócrita no trata en exclusiva al partido del Vicepresidente. Es más, se habla con Albertito, al que el Vicepresidente pastoreaba y con Compromís. Hasta ahí podíamos llegar. Totalmente incompatibles.
 
Qué es eso de que solo Pedro el Hipócrita salga en la tele a todas horas y a los demás nos den las migajas. Qué es eso de que La Secta nos traicione de tal modo que transmiten en directo las ruedas de prensa de los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos. Han sobrepasado el límite, totalmente incompatibles.

No es seria, no es seria esta humillación. Él, que acabó con Rajoy, que consiguió un cambio constitucional de hecho: que el Rey le nombrará Vicepresidente; Él, que ha dejado en los armarios todos los principios, que ha conseguido que quienes se declaran de extrema izquierda abracen las instituciones burguesas; Él, tratado de este modo.

No; qué es eso de ser uno mas de la colla, atrapado entre esos derechistas y la izquierda de los payasos tristes, y algún nacionalista discreto. No puede ser que el Albertito al que se le dio cariño a cambio de votos, esa valenciana traidora y el periférico de Rivera, levanten las banderas de cambio junto al Vicepresidente.

No; no puede ser que los demás jueguen el juego de “a ver quien paga el pato si hay anticipadas”, cuando Él, nombrado Vicepresidente por el pueblo, inventó el juego. No, no puede ser que el centro del tablero, el parlamentario útil, el llamado a tejer todas las salsas sea el centro, cuando Él inventó la transversalidad.

Así están las cosas, amigas y amigos, el Vicepresidente está de los nervios. Ha descubierto que todos hacen política, válganos santa transición y vieja democracia. Ha descubierto que hay muchas formas de leer los resultados electorales, la pluralidad y el cambio. Ha descubierto que la relevancia no se autoconcede sino que se logra a base de compromiso.

Los españoles y las españolas, perdón, también Catalunya y todas las periferias nacionales existentes, necesitamos una nueva cultura del acuerdo y la alianza. No se puede pedir pluralidad, porque pluralidad es lo que ha votado la ciudadanía, y recuperar las fronteras del no acuerdo que hasta ayer correspondía a la llamada vieja política bipartidista

Porque hasta ayer, lo de derecha e izquierda era zarandaja y gustaba la transversalidad. Ahora que la pluralidad aleja a algunos del centro del escenario, se vuelve a las viejas barricadas. Ahora que los irrelevantes pueden pillar y el socialismo realmente existente no les parece tan perverso, dejan las banderas sectarias en manos del Vicepresidente.

En fin, el Vicepresidente ha recibido a Pedro Sánchez. Y Pedro salió riendo, negociando con otros, y afirmando que el electorado de Podemos no entendería que la intentona fracasara. Hay que jorobarse, Pedro el Hipócrita jugando al mismo juego, diciendo lo mismo que el áureo Vicepresidente,
 
De los nervios.; estamos de los nervios.  ¡Ay, la política!, qué ingrata con los líderes del cambio universal.