Pues no sois tan listos ni listas

No me echéis la culpa por poner vuestros pies en la tierra. El hallazgo de vuestras limitaciones corresponde, ni mas ni menos, a la Sociedad Británica de Sicología. Es que hoy me toca el mensual chute hospitalario para alimentar mi enfermedad rarita, y no estoy para reflexiones sesudas: prefiero recordarles que son Ustedes más ignorantes de lo que creen.

Los ingleses, siempre atentos a la salud del imperio y, por lo tanto, a la del resto del universo conocido, acaban de realizar un experimento en el que se pedía a los participantes que utilizaran internet para responder a una serie de preguntas; otro grupo debía responder sin recurrir a la red. El resultado es que el grupo que usó internet había sobreestimado su conocimiento.

Los investigadores han concluido que es muy satisfactorio encontrar una respuesta rápida en San Google, ignorando que ha sido una máquina quien ha resuelto el problema. Pero como estamos al mando de la máquina, dicen los que investigan, nos sentimos tan listos como poderosos.

Ah, ese poder nos hace perder de vista nuestra dependencia. Ahora, nos sentimos muy listos porque nuestro teléfono inteligente se ha convertido en nuestro cerebro. Ya no necesitamos ser nosotros y nosotras los listos.

¿No recuerdas algo importante como quién marcó el gol en la séptima copa de Europa o la receta del falafell? Búscalo en Google. Incluso la identidad de Euler, que Usted no usará en su vida, tiene 85 700 resultados en el buscador; así que Usted podrá presumir en el cóctel de un congreso de matemáticas.

O sea, que Ustedes son muy críticos cuando las empresas externalizan sus producciones. Y sin embargo, no les importa externalizar su cerebros en su “Smartphone”.

Nos creemos que estamos aprendiendo dejando que la máquina estudie por nosotros y nosotras; nos creemos que sumamos conocimiento.

No es por dejarles más preocupados de lo que Ustedes, personas cabales, ya lo están de habitual, pero el estudio viene a confirmar que el usuario de Google es de mente más cerrada y de más pensamiento único que quien menos lo usa. Dicho de otro modo, lean algún libro de vez en cuando, estudien aquellos viejos ensayos de otras épocas, incluso escriban. No pasa nada.

Siempre hemos exagerado nuestro conocimiento, para que engañarnos. Y hemos tenido ayudas ejemplares como esos libros que nos contaban el argumento de operas que nunca habíamos oído o libros que nunca habíamos leído, para quedar bien en los cócteles o con algún ligue complejo. Decía un autor francés, los franceses siempre han sido un poco cínicos, que la cultura general solo sirve para ocultar nuestra ignorancia individual.

Cuando ganamos al trivial nos sentimos muy listos. Pero el caso es que no se si han caído en la cuenta, nunca ganan porque sepan el año que se murió Cervantes (al año que viene se enterarán, seguro) sino porque conocen a un jugador de futbol o a un actor de cine.

Asuman, señoras y señores, que no son Ustedes tan listos. Pásense una semana sin Google y luego me cuentan