Zarracatralla

Lo peor de los dioses y sus profetas vienen a ser sus portavoces. Se lo he escrito aquí más de una vez: estos portavoces vienen a ser tipos (aquí, las señoras solo están para el martirio) elegidos a dedo o por colegios de selectos sátrapas, naturalmente lo corrupto es la democracia, que vienen a ordenar la muerte o la condena de quienes no comulgan con la cosa.

Son zarracatralla, que en una de las acepciones del aragonés hablado en Zaragoza (es sabido que en mi tierra hay más hablas y acepciones que valles y ríos) se refiere a una pandilla ruin, no solo en su aspecto sino en su moral.

El brutal atentado contra el “Charlie Hebdo” o la muerte de la policía fallecida en París, responde a comportamientos de zarracatralla islamista. Suficiente, para que la zarracatralla de la islamofobia se ponga en marcha y, desde Dresde a Londres, se pongan en marcha voces de venganza.

Unos y otros coinciden en la misma cosa: cerrar Europa, como tierra de acogida y asilo, cerrar los muros de las patrias e impedir que la cultura global nos iguale en comportamientos y tolerancias, cancelar la libertad y la libertad de expresión. Que bonitas, por Dios, por Alá, por Jehová, son las muertes en nombre de la religión; que la democracia y la tolerancia no les estropee el camino al paraíso.

Son los mismos estos integristas islámicos que los sectarios cristianos que mataron en América a curas de la teología de la liberación, marxistas o simplemente estudiantes laicos o los radicales judíos que masacran palestinos. Son menos que los demás pero son malignos: mierda de zarracatralla empeñados en emponzoñar Europa de rabia.

El estado de bienestar financió la vida y la educación de los yihadistas franceses asesinos. Esto también molesta a los de la islamofobia, que no dudarán en proponer que se expulse de los restos del estado de bienestar sobreviviente a la austeridad a todo aquel que no sea blanco, rubio o con ocho apellidos europeos, cuando menos.

Son tiempos para que medre la zarracatralla, tiempos donde pagamos la debilidad con la que apoyamos nuestra democracia, la forma laica de vivir y esta corrupta, corruptísima, sociedad nuestra.

La zarracatralla surge de la falta de seso, háganme caso, mientras ven algunas viñetas del Charlie Hebdo que pueden encontrar aquí ¿Por qué verlas? “Porque los lápices siempre estarán por encima de la barbarie” (Charlie Hebdo)