Cuando Bono baile flamenco

Estaba la derecha europea eligiendo candidato para la cosa europea, cuando Bono se coló en la fiesta. Todos los Bono que Ustedes conocen se cuelan en todas las fiestas; este era el cantante de U2.

El hombre estuvo ocurrente: que Europa sea una “vecindad”. Y a mí me parece bien. Yo mismo viví mi infancia en una corrala zaragozana, allá en el Portillo, donde además de compartir el olor a sardinas, los vecinos que tenían compartían las sardinas.

Con ese espíritu, Bono se ofrece a cantar flamenco y pide a Merkel que consuma productos españoles. Yo estoy dispuesto a bailar Sirtaki y añadir yogur griego a mi dieta. Una medio familia portuguesa que tengo se ofrece a cantar tarantellas y viajar a Sicilia. Mi familia catalana está en la cosa de ponerse faldita y bailar ceilidh que también es, por ahora, europeo aunque parezca más rural pero es culpa de los extremeños que les expolian, como todo el mundo sabe.

Y mientras Ustedes y yo imaginamos una Europa de vecinos y vecinas se avecina un gran, pero grandísimo, pero grande, grande, debate europeo. Debate donde todo esta claro, se lo anuncio.

La derecha nos propone para la cosa al ex-presidente de un paraíso fiscal. Más claro no puede estar.

El centroizquierda nos propone a un señor alemán, amante de la disciplina fiscal que, siguiendo el rito, se convertirá a la socialdemocracia de la penúltima vía durante veinte días, para luego volver a repartirse escaño con la derecha.

Pasó esta semana por aquí la candidata de los Verdes. Tras reunirse con alguien que va en las listas de IU, se elige con los votos de IU, pero no está en el Grupo de IU, afirmó, en notable coherencia, apoyar que los que quieren decidir, decidan salirse de Europa.

La izquierda de verdad verdadera, tras cumplir el rito quinquenal de poner al de siempre, excluir a los suyos y poner referentes sociales a los que nadie se refiere porque no se conocen, afirma que lo suyo es darle un puñetazo al bipartidismo (hay cartelito al respecto). Cosa que podría decir y, de hecho, dice UPyD, en poco sutil convergencia ideológica.

Al fin y al cabo, la izquierda de verdad verdadera sigue estando en contra de Europa y puede dedicarse a otras cosas. Por eso nos presenta un programa sencillito de entender y muy puesto al día: salud, república y Syriza, que Grecia siempre fue cuna del pensamiento que aquí faltó.

Qué hacer, se pregunta Usted, si es que se lo pregunta. Sencillo: vaya a votar, como casi siempre, con la nariz tapada y vote lo que más le moleste a la Merkel. O sea, cuanto menos alemán y del norte mejor.

¿Qué cuando hablaremos de Europa, me dice? Cuando Bono baile flamenco, naturalmente