!Qué se jodan! Manual de ética.

¡Qué se jodan! Un excelente epítome guerracivilista; el espumarajo que el vencedor lanza sobre el vencido; el anuncio definitivo del final del “mariconeo” (expresión del gusto del marido de la diputada Fabra) del estado del bienestar para pasar, directamente, al más sangriento conflicto de clases, como forma de dirimir las relaciones sociales y económicas.
“Aquí no negocia ni dios” les escribí en Febrero. Afirmaba, entonces y ahora, que finiquitado el estado de bienestar, su institución clave, la concertación, quedaba liquidada. Les anunciaba la edad de “El que más chifle capador”; el retorno del egoísmo social como alternativa política estaba en  marcha: cosa que se refleja mejor en el escupitajo verbal de la diputada que en el viejo refrán aprendido de mi abuela.
Lo bueno, y a veces lo peligroso, que tiene Twitter es que no puede ocultar las primeras intuiciones. Cuando escuche a la diputada escribí: “La impúdica falta de empatía de la puta pija diputada es el grito de venganza de quienes no estaban con su pueblo cuando llegó la democracia”.

Lo mantengo, incluido lo de puta pija, expresión que no recuerdo haber usado en mi vida pero que mantiene, visto lo visto, adecuado nivel de educación.

 ¡Qué se jodan! Ni las suaves formas del comercio, ni el murmullo de los que hacen negocios; ni el clandestino susurro del banco de la usura; ni el bisbeo del conspirador. No; la derecha de hoy es la estridencia del marchante de esclavos, el grito del patrono gritón que alquilaba mano de obra en la plaza del pueblo; la voz ebria del obispo faccioso; el espasmo del legionario con ojo de cristal.

Se acabaron las formas porque se acabaron los contenidos. Y esa es la cosa, amigos y amigas. La diputada Fabra nos ha hecho el favor de revelarnos la nueva relación entre la política y la ética que propone la derecha. Los Fabra, representantes genuinos de la ética de la apropiación de lo público, expertos en convertir los despachos oficiales en agencias inmobiliarias, anuncian una nueva época: la de la extrema exclusión y marginación social

¡Qué se jodan! Ahí tienen los columnistas, ensayistas y filósofos de la nueva época, la ética de justificación de las diferencias. Sin pudor, la derecha se prepara justificar la explotación y la exclusión de grandes mayorías.

La puta pija diputada no es solo autora de la más deleznable declaración política que recuerda la democracia sino ejemplo de los nuevos cachorros que la derecha nos ofrece como cuadros sociales. Ya saben, prietas las filas, recias, marciales, los cachorros enviarán a tropas de interventores a recorrer esquinas institucionales para podar lo que quede de estado de bienestar.

Que se jodan los que serán podados, aúlla, mientras ríe, la hiena. El perfil ético y su objetivo esta servido; solo falta rellenar el manual. Pero eso lo pagan los amigos de papá a los de Intereconomía, por un poner.