El mundo sigue girando...

...y a cada giro un indecente convierte en moneda el sufrimiento.

Al mundo lo hacen girar quienes trabajan y quienes lo intentan; quienes se forman y se esfuerzan; quienes llenan las plazas clamando justicia; aunque no esté de moda decirlo, también los partidos y sindicatos que lealmente empujan para que la historia pueda ser. Lo hacen girar quienes siempre pierden los derbies y los que siempre los ganan, porque unos y otros ponen su dignidad en el empeño. Lo hacen girar gestos como los de Dimitri en Atenas o los miles de gritos que se escuchan cada día.

Este blog se llama como se llama por ese verso de Auster “mientras el peregrino mundo sigue girando”. Aquí, lo “weird”, lo extraño, lo peregrino, es como cada esfuerzo por hacer girar el mundo se convierte en renta de unos pocos, cada vez con más poder, cada vez con menos ética.

Hace un tiempo conté como Goldman Sasch había apostado 440 millones contra la estabilidad económica española. Ahora sabemos que uno de esos tipos sin escrúpulos , jefe de uno de los fondos de inversiones que tanto amamos dice a sus inversores que si España necesita ser rescatada ganará un 300% de su inversión.

Es decir, para esta gente – y otro más discretos pero no por eso menos conocidos- la crisis de la prima es una de esas profecías que se autocumplen ("self-fulfilling prophecy"): invierten para que la crisis se produzca, porque esa crisis les dará dinero, así que la crisis se acaba produciendo.

La cosa del caso es que los gobiernos europeos y los burócratas de la Comisión podrían detener el asunto trazando una línea roja sobre las compras a corto especulativa, la compraventa de seguros de créditos y otros derivados.

Para acabar con los espasmos de crisis no haría falta acabar con el capitalismo financiero internacional, nacionalizar banca alguna sino quitar de en medio los indecentes negocio de los más indecentes negociantes, entre ellos los que han sacado de España en un año 90.000 millones de capital, sin pagar un duro en impuestos

Hagamos la amplia lista de indecentes mercaderes (Saschs, Carmel, los fondos de especulación y quienes los amparan) y quitemosles los negocios especulativos. Despidamos a los reguladores cómplices (empezando por el Presidente del Banco de España), metamoslos en la cárcel y no sigo para que no me apliquen retroactivamente el futuro código penal.

Este mundo es asaz peregrino: los que hablaban de moralizar el capitalismo como respuesta a la desregulación son los que pelotean a los incendiarios y ponen a lo resultados de la especulación (la crisis española) como ejemplo de que no debe pasar lo que ellos han permitido que pase.

Como os decía, el mundo sigue girando y a cada giro un indecente convierte en moneda el sufrimiento. Y uno siente unas ganas de que parezca un accidente...