Pregunta electoral (XV): Con la deuda al 7% ¿Qué votar y qué hacer?

Acojonarse; en primer lugar, acojonarse es conveniente. Votar, voten cualquier cosa menos PP (recortadores de vocación), tampoco al PSOE (recortadores sobrevenidos y trileros de vocación).

Estar aterrados es más que razonable. Primero, porque unos cuantos especuladores se disponen a poner en el mercado casi cuatro mil millones de deuda por encima del siete por ciento, haciendo desaparecer dinero de cualquier mercado real. También, porque allí en Bruselas se habrán afilado los colmillos de los tiburones del recorte. Y, desde luego, porque con inversiones con esa rentabilidad la banca no podrá colocar sus bonos, y Usted y yo acabaremos pagando su capitalización.

O sea; no me miren al techo. Hay que desembarazarse de quienes así nos han dejado (sigo creyendo que más de cien diputados para Rubalcaba es un exceso) y poner frenos democráticos a los recortadores que nos vienen.

Si el coste medio de la deuda fuera del 7% de esta mañana mi consejo sería: hagan las maletas y márchense. Estarán Ustedes más seguros en un pisito en Fukushima que en la afamada patria, otrora gloriosa. En realidad se trata, en ultima instancia, de comparar la riqueza que se crea (o sea, el cero) y el coste, diferencia que a este nivel resulta insostenible.

Por ahora, el coste medio de los poco más de 700.000 millones de deuda española no superan el 4%. Tampoco crean que esto es tranquilizador. Con este coste, para una inflación del 2% y un crecimiento prácticamente nulo y con un 65,9% de deuda sobre el PIB, vengo a calcular que para dejar las cosas como están, o sea sin ir a peor o a mejor, necesitamos, arriba o abajo, un 1,3% del PIB: unos 14.000 milloncejos de nada.

(Si alguien tiene curiosidad: se le resta al coste medio de la deuda el crecimiento nominal y el resultado se multiplica por el porcentaje de deuda sobre el PIB. El resultado es el porcentaje de superávit necesario. Ese día creo que fui a clase. Quien haga los números descubrirá que, grosso modo, para un crecimiento real en el entorno del 2% el endeudamiento sería sostenible. De lo que se deduce que los irresponsables son los de la contracción no los de la expansión)

Podrá decirse (dirán los socialistas) que la economía española no se merece esto. Verán Ustedes: tampoco lo merecía la italiana y ahí la tienen. Podrá decirse (dirán los del PP) que ZP nos deja con menos margen de maniobra que un Porsche en mi garaje. ¿Qué hemos de preguntarnos nosotros y nosotras los mortales? Pues algo sencillo: ¿Cómo y quién hará que los acreedores (especuladores y usureros) sufran lo mismo que los deudores (o sea, nosotros).

Pues el cómo es relativamente, sencillo: con inflación y con castigo fiscal. Con inflación porque los programas expansivos que generan actividad supondrán afrontar mejor la deuda, aunque genere inflación que devaluará los capitales especuladores. Con castigo fiscal, haciendo que los 14.000 millones salgan de los que no han pagado nada por la crisis (impuestos a los ricos) y de tasas europeas al capital, si empujamos a la Merkel y la compañía.

Amiga, amiga busque esa respuesta en las propuestas electorales; excluya a PP y PSOE, y hágase Usted un voto que se merezca.