Pregunta electoral (XII): ¿Votando a los alegres muchachos de dos Hermanas?

Ocurrió el sábado pero aún no me he recuperado. En realidad, quizá esperaba que, tras la aparición, El País completara el asunto con una entrevista al “Henmano” o al “cojo Manteca”, testigos ambos de los gloriosos días de antaño donde Felipe, Guerra y Rubalcaba compartían pana y cambio.

Al parecer, la fantasmal foto que me devuelve a mi arriada a Madrid se reivindica a si misma como el futuro. He aquí como una generación que fastidió a la siguiente, prolongando hasta la exasperación su poder, se propone fastidiar a un par más porque ellos lo valen, profetas del cambio, la socialdemocracia de la penúltima vía y las esencias progres, faltaría más.

Ahí están Felipe, Guerra y Rubalcaba; me imagino en algún rincón de Dos Hermanas, guardando cuidadosamente la X en el bolsillo, a la Rosa Aguilar, mientras Felipe y “Arfonso” lanzan en realidad el mensaje que quieren lanzar: en nombre de todos los barones, advertidos quedáis, militantes socialistas, de que cuando empecemos la reflexión sobre la derrota, los unos contra los otros, ni se os ocurra venirnos con ideítas de nuevos liderazgos ni zarandajas de esas, que el partido es para Alfredo, que ha prometido guardarlo, con nuestra oportuna ayuda, naturalmente.

Cuando las viejas bandas de rock agotaban su camino, el productor discográfico siempre tenía una respuesta: "back to basis and revival". O sea, un disco con la música de antaño para que los viejos roqueros se conmuevan. El problema, alegres muchachos de Dos Hermanas, es que esos roqueros ya rompieron con vosotros con las gracias aquellas del Hermano y el poli listo aquel. Y, por si era poco, viene a resultar que vuestro heredero les ha reducido la futura pensión en un veinte por ciento lo que les tiene notablemente cabreados.

Necesitamos futuro y puede que no lo sea ese que tiene pinta de jugador de casino, Felipe dixit y si el Consejero de Gas Natural lo dice, hay un montón de conferencias de expertos tras tan notable afirmación. Pero por mucho que se empeñen, no lo serán los alegres muchachos de Dos Hermanas desprovistos no solo de la credibilidad de puños y rosas sino de la más tangible credibilidad de los que se curran futuros dignos para la gente.

Entre las más chuscas maniobras electorales llegará a ser motivo de estudio este "back to basic" para poner a Rubalcaba en la foto del cambio y hacer olvidar el ominoso presente de su presencia en el Gobierno de Zapatero. La aguerrida pana saliendo de las trincheras donde se guardan las esencias para gritar “no pasarán” ha sonado a grito desesperado y, lo que es más grave, a la imposibilidad de reconstruir un discurso socialdemócrata creíble, tras la que ha caído.

La credibilidad de una política difícilmente se importa del pasado, por muy brillante que este parezca en la mente de los veteranos votantes, a los que obviamente se dirige esta propuesta, renunciando de antemano a los votantes más jóvenes.

Los alegres muchachos de Dos Hermanas, se nos han aparecido de entre la bruma de las viejas milongas que hablan de copas y palabras y el Consejero de Gas Natural dice que es futuro. Pues eso...una fantasmal aparición.