Europa: sobran unos pedazos

Mejor muchas Turquías que 27 Italias; tomen nota y se me vayan preparando.

Si es como decís, los mercados le han resuelto un problema a la izquierda italiana: Berlusconi se va. Aunque a mi me parece que no es como decís y que a Papandreu y al sátrapa italiano no se los fumigan los mercados sino su propia irresponsabilidad.

A Papandreu se lo cargan sus ministros. Tras haber destrozado a dos generaciones de griegos, el referéndum no era un ataque de democracia del griego sino un truco para acabar fastidiando a una generación más y un par de países más.

La política económica italiana no es el desastre que parece en absoluto. Simplemente, nadie la oye a causas del factor Berlusconi. A Berlusconi se lo carga su vanidad, su partido y el Presidente de la República, un honorable ex - comunista en realidad.

Ahora bien, tras Berlusconi y Papandreu, lo que siga será lo mismo que en Portugal o Irlanda: simplemente, estarán fuera de Europa, permanentemente intervenidos en un club fastuoso al que, enseguida, se unirán otros.

Mientras nos divertían con maniobritas sobre Papandreu o Berlusconi, los mandamases europeos, es decir, la Merkel ( Sarcozy solo es el portavoz y Barroso el tonto útil) se disponían a darle el último golpe a la idea de una Europa unificada: todos no caben en el euro. O sea: todos no somos europeos (empecemos a usar el plural que si no fuera por que hay elecciones convocadas estaríamos igual que el resto).

El verdadero golpe de estado no lo están dando los mercados sino la derecha francoalemana dispuesta a organizar un área de estabilidad e influencia en la que no cabrán más de seis o siete países, a modo del núcleo fundacional, mientras el resto será condenado a la caverna de la permanente inestabilidad.

La ausencia de liderazgo europeo, tantas veces denunciada, no era casual sino que tenía este final en su estrategia: sobran pedazos de Europa.

En el 92, pagamos la unificación alemana con la crisis del sistema monetario; ahora hemos pagado la financiación gratis de los alemanes con la crisis de la deuda soberana. En el futuro pagaremos la competencia alemana y americana (con el acompañamiento anglofrances) con los chinos, condenados a la inestabilidad financiera. Vivan los tratados, viva la Constitución Europea. Eso si; ahora pongámonos a gritar contra los mercados en lugar de poner nombre y apellido a la felonía: la derecha francoalemana y la desidia del socialismo europeo

Cuando dicen que quieren estabilidad están cortando pedazos de europa. Porque lo que no sea garantizarles lo suyo es destruir la unificación europea. Esto era un club solidario hasta que las cañas se tornaron lanzas. O sea: la ruina, muchachos, es cosa de cada cual.