Las prisas por privatizar las Cajas

O sea: que nos habían engañado. Resulta que la necesidad de capital para tapar agujeros es mayor de lo que pensábamos. Que no va a llegar con lo que había en el Fondo pertinente (80.000 millones) y que, de paso, vamos a privatizar las Cajas, tras alguna que otra nacionalización temporal.

Fastuoso. Dijo MAFO (el pope del Banco de España) que el sistema financiero español era el mejor regulado del mundo. Falso; se estaba premiando a sí mismo para mantener su astronómico sueldo. El Fernández Ordoñez este permitió a las Cajas todas sus aventuras; luego impidió que la inspección descubriera los tejemanejes; posteriormente, se apunto a lo de las fusiones que con unos milloncejos (80.000) resolvían el problema y, ahora, es el profeta de la “Recapialización” sinónimo de privatización.

Pues nada; la Viceministra se resistía pero ya han venido los mercados en forma de recados de la Merkel y de presiones de MAFO a Zapatero y, como siempre, tras haber perdido dos años en tontunas, ahora nos hacemos un gesto patriótico de autoridad y de paso le regalamos a los bancos más importantes un pedazo del mercado y así me ponen unas pelillas a ver si llego a las elecciones.

De una forma u otra las Cajas, amigas y amigos, han sido privatizadas. No será un decretazo de los que gustan en la Moncloa pero casi, casi. A recapitalizarse toca y las entidades que no tengan la suficiente pasta serán compradas por el estado para un ratillo mientras negociamos que un Banco ponga el capital.

De paso, separamos el negocio financiero de la propiedad y la propiedad la convertimos en Fundación si es que alguien quiere ser patrono de algo tan ficticio, teniendo en cuenta que si la entidad pasa a un banco privado, los beneficios también lo son.

O sea: que desaparece la parte del sistema financiero español que tenia cierta vocación social y territorial. Bien cierto es que sus gestores y la miopía de las Comunidades Autónomas son responsables del asunto.

Básicamente el tema ha consistido en esto: con sus impuestos, la subida del IVA, la congelación de su salario y la reducción de su pensión, nos hemos endeudado, a precio de economía griega, por un poner, con un notable objetivo: salvar Cajas que ahora, también con ayudas públicas, irán a parar a los bancos. A que es bonito de la leche.

Eso si; hagámoslo rápido, rápido, casi con nocturnidad, a modo de golpe de estado financiero, que estas cosas dan una seguridad a todo el mundo de narices. Y por supuesto no pidamos el cese de MAFO, ese visionario de las finanzas que saldrá limpio de esta marrullería

Que tropa, madre, pero que tropa.