Despidos: “deprisa”, “deprisa”

La cosa empezó sustituyendo a la CNN+ por Gran Hermano y ahora continúa con 2000 despidos en España (más 500 en América). Los propietarios y editores de todos los faros y guías de occidente, moralizadores de todas las éticas y, más aún, tasadores de la corrección política y periodística se han puesto a lo que es lo suyo desde su transformación en medio global: a que los curritos paguen los desmanes de la burbuja, esa indecencia ética según el pertinente editorial, en la que participaron sin demasiado pudor.

En este blog se han comentado con notable interés todos los no menos notables aciertos del Pianista del Burdel y sus jefes familiares. Se ha insistido aquí en que ni era el periodismo el que estaba en crisis ni siquiera el modelo productivo. Lo que ha entrado en crisis es un modelo de negocio basado más en el tráfico de poder, prepotencia y gestión en la burbuja que en las noticias.

Dicen los propietarios de todos los faros y guías de occidente en Español y Portugués que los despidos son necesarios porque lo que les importa no son los contenidos ( hace tiempo que esto parecía evidente) sino el “conocimiento de los grupos de interés y las nuevas tecnologías”. Quieren decir que para influir en las elites y llegar a los IPAD y móviles de los influyentes no necesitamos periodistas sino cuatro o cinco becarios sin experiencia y mal pagados.

2.000 empleos. Así, por lo machito, sin que les tiemble la mano. Los editores de todos los faros y guías de occidente en Español y Portugués han batallado como nadie para que el gobierno emprendiera las reformas, especialmente la laboral. Ahora ya sabéis el porqué.

Prepárense para prejubilaciones de profesionales con experiencia (modelo televisión, ese que era un escándalo, decían), para despidos de periodistas, trabajadores y trabajadoras a precio de saldo. Hay que sanear las cuentas y el faro y guía de occidente en Español y Portugués es de un fondo americano y esos no se andan con tonterías éticas ni periodísticas.

Otro derrumbe del modelo español de progresía fácil, sedicentemente moderno y de centroizquierda, que a las primeras de cambio abandona el campo del progreso para salvar las carteras, bolsillos e inversiones.

Eso sí; a diferencia de ZP, al Pianista del Burdel le mantendrán en el puesto con buen salario aunque le hayan puesto un secante con título de planificador de estrategias. Un figura: el que le privatizó Telefónica al PP. Nada como prepararse para el futuro: conociendo “los grupos de interés” que es lo que se lleva ahora