Subidas de alarma

Escribes menos me dicen. Es que me esta pasando lo que a Pepiño: vivo en permanente estado de alarma. Cada día me cabreo más como ya he comentado en alguna ocasión. Y para colmo se va Morente.

Abre uno el periódico y se encuentra con distintas posibilidades de enojo: los cotillas americanos dan cuenta de que ZP le da la razón a Marruecos en el asunto de El Sahara; el Premio Nobel de la Paz preventivo acepta el plan fiscal de los Republicanos; Pepiño insiste en que la alarma es lo natural; al de Wikileaks lo mantienen en prisión por culpa de los suecos...

Podría haber glosado esa maravillosa frase de Blatter diciendo que los gays y lesbianas que vayan a Qatar (democrático país y excelente pagador como todo el mundo sabe) no hagan sexo si no quieren acabar en la cárcel. Podría haber comentado esas extrañas iniciales en los ojos de la Monnalisa que darán para un nuevo misterio sobre Leonardo.

Pero mira no. Os llamo la atención sobre que, gracias a la excelsa política de mi Ministro de Industria preferido, viene a resultar que la luz subirá un mínimo del 5%, aunque puede llegar a ser el doble. Cosa ecológica y patriótica, naturalmente. El tabaco de los pobres y los estudiantes, la picadura, subirá un 40%: por su salud, naturalmente.

Eso si: el salario mínimo, ya se ha anunciado, se quedará por debajo de los precios, porque ya se sabe que los ricos tienen que contribuir, dicen los socialdemócratas oficiales, a la superación de la crisis.

Y yo sigo alarmado. Alarmado porque la alarma sea la de los controladores y no nueva y estrepitosa caída de renta disponible que se nos viene encima; alarmado por el recortazo que vendrá en cuanto se pongan imposibles las subastas de deuda que hoy han alcanzado nuevo record de intereses; alarmado por las nuevas reformas que impulsarán los patriotas en cuanto los bancos digan que en realidad les hace falta más capital del que habían confesado, como ya ha dicho la OCDE y medio reconocido el Banco de España.

Pero no, Al gobierno le preocupa lo importante: esos controladores que amenazan la privatización, las cuentas de las compañías y a los amigos de Pepiño que se quedarán con las trece torres en venta. Esos son los que han llevado a este país a la ruina; los culpables de la subidas de precios y de la crisis de la burbuja financiera. Ellos son: así que al paredón con ellos, es la guerra.

Y "pa" joderla del todo lo de Morente:

"la vieja sonata gime
y una pena negra oprime
la garganta del cantaor...."

Pero nada, nada, otro día de excelentes noticias; ya te digo.