¿Nadie quiere al majadero?

Como es posible tamaña cosa. Él, llamado a cambiar el planeta; el más listo entre los listos, el gran timonel del cambio social abandonado aquí y acullá por quienes deberían aplaudirle.

El día no ha sido bueno, a pesar de que andamos en el centro del Universo pillando cacho. 200 mineros, esos con los que él empezaba el curso año tras año, han vuelto a entonar el Santa Bárbara y caminan hacia Madrid en negra marcha de cabreo. Que le pasara eso a Felipe González es normal, insensible él. Pero a José Luís, el profeta del nuevo planeta, no es posible; no es posible. Cesemos a Sebastián. El es el culpable.

Puñalada trapera, que los rojos ingleses del The Guardian pasen a descalificarle; a Él que ha puesto la marca España en el olimpo de todos los dioses. “Tenga cuidado con los políticos acosados y sus mensajes de buena voluntad mundial”. Vamos, que creen que la propuesta de impuestos a las transacciones financieras es una cortina de humo. Imperdonable. Cesemos a Corbacho ya mismo, para remediarlo.

Empañar la prístina imagen del Presidente sugiriendo que miente: “ hemos escuchado palabras cálidas un montón de veces antes, sin ningún tipo de acciones concretas”. Sugerir que José Luis y Sarcozy, ese gran tipo defensor de los derechos humanos, hacen teatro progresista para clamar a “descontentos grupos nacionales”. Mentiroso y teatrero llamado por esos izquierdistas incapaces, ya se sabe, de ganar unas elecciones.

Pero lo que duele, lo que duele de verdad, es que un príncipe de las finanzas le llame imbécil (por lo del impuesto) y majadero (por sus propuestas de grandes cambios sociales). Pero que injusto; Él que ha alicatado hasta el techo las cuevas de Alibaba, que ha puesto casa y coche a estos gestores; que les ha pagado la deuda con las pelas que les ha quitado a los insaciables obreros, recibir este trato.

Que irresponsable, el príncipe de las finanzas, diciendo que subirán los impuestos para todo el mundo. Amenazar con la cartera al personal que ya anda mosqueado. Hacer público tamaño rumor para que la gente no le crea a José Luís y la gran Salgado.

Pobre José Luís, menos mal que Hassan y Sarcozy, esos dioses del progresismo y los derechos humanos, le comprenden, le acompañan en estos momentos de soledad. La izquierda le abandona, los obreros antipatriotas piden su dimisión, los progres británicos le desprecian; los príncipes de las finanzas le insultan.

Leire, por favor, dinos, además de la Trini, ¿ quién quiere al majadero?.