Pepiño de “manager” a “flanker”

En interés de España; es en interés de España. Total, si uno le ha hecho carantoñas a Doña Espe, no por tocarle las narices a un tal Gómez sino por el bien de madrileños y madrileñas, que no haremos por el bien de la patria. Un baile con la Belén Esteban, lo que sea: por un poner, ir a que le entrevisten a La Noria. Bueno, es un programa de los de la telebasura que hace años nos propusimos cerrar pero que son estas zarandajas ante los desmoronados muros de la patria mía. Un patriota, este Pepiño es un patriota.

Así que ahí está nuestro campeón lidiando con lo que ahora se llama nuevos formatos. No; nada de "feisbuk", "blogueros" o "yutube", eso era para los tiempos del concepto y, además como se sabe, en la Internet están cabreados hasta los propios. Ahora se trata de la cutrevision, de ir a predicar a esos pobres que no leen periódicos, que babean con la Esteban y bailan al son del Jordi.

He aquí una profunda transformación. Hasta el viernes, Pepiño era el de la estrategia, el del concepto; Leire mandaba circulares y levantaba el teléfono. Pepiño era como el "Comunnity Manager" de la izquierda: lo mismo inventaba conceptos que rastreaba el mapa buscando ricos o seducía mediante estrategias casi virales a la Espe. Ahora, Pepiño es una marca " flanker".

Una marca acompañante que se usa tanto para cubrir defectos como para llegar al público objetivo sin que nuestra marca principal corra riesgos. Una marca que se supone nace para aproximarse a los nuevos espacios de la comunicación social o mercados emergentes; los mercados publicitarios de la "telebasura" no parecían estar en el diseño de la cosa, pero no hay reto que Pepiño no pueda afrontar.

Pepiño es un explorador de nuevos formatos;hoy, la "cutrevisión"; mañana, lo que nos mande el interés de España. El siguiente paso: ver a Leire en “Salvamé” o cosa parecida.

Desde luego los públicos de esa televisión, “caracterizada por explotar el morbo, el sensacionalismo y el escándalo como palancas de atracción de audiencias” (Carlos Elías Pérez) son votantes y deben ser persuadidos pero la gran cuestión es si esa persuasión se debe basar en legitimar este tipo de plataformas…por el interés de España, dice Pepiño, lo que haga falta. A mi me da un poco de grima pero es que no debo entender de nuevos formatos.

Lo que me llama la atención es ver a Pepino convertido en una marca Flanker, tratando de atraer nuevos segmentos de mercado a la marca principal: ¿será Pepiño el que atraerá al socialismo patriota a los ricos o a los consumidores de basura televisiva? Qué duro es ser un patriota .