Va a ser que estáis cabreaos…que se enteren los “budistas de cafetería”

Mi última entrada sobre la campañita budista del buen rollo ha batido todos los records. Bueno, en realidad, no todos pero casi (mi entrada “que la chupen, que la sigan chupando” dedicada a la finura de Maradona sigue liderando el ranking debido a la persistencia de los” barras bravas” argentinos). Pero vamos que se ha leído un montón, en apenas un día.

Podía yo creer que se debe tan notable éxito a que mi texto era brillante o a la generosidad de quienes me han citado, Lidia o Liber, por ejemplo. Pero no creo que se deba ni a mis méritos ni a los rebotes. Va a ser que ya os tenía mosqueados y mosqueadas la campañita y las lecturas que se han ido acumulando sobre el tema os ha cabreado definitivamente.

Los comentarios a la entrada la han mejorado mucho. Ahora ya sabemos que, como inmejorable contribución al cinismo de la neolengua que os predije, una “Fundación Confianza” esconde a las grandes empresas, los poderes financieros y a un fascal de pasta que, entre otros, nuestra austera administración se ha comprometido a poner.

Pues nada; ya tenemos buen rollito por un lado y cabreo por el otro. Mientras tanto, los del pacto se siguen reuniendo, intercambiando papeles y elaborando medidas que ya estaban elaboradas y presentadas. Eso sí, los bancos y sus banqueros; las grandes empresas; los del sector financiero andan mirando a otro lado en un esfuerzo por no carcajearse del asunto.

Deduzco por lo que veo en el tráfico de la entrada del Blog que los comentarios sobre la campaña (no sólo los míos) han cruzado por el “feisbuk”, el “tuiter” y esos demoníacos medios que compiten con los sesudos y serios medios que se han aprestado a ceder sus páginas y minutos publicitarios para la campañita, que no esta el mercado para alegrías.

Así que mientras los medios “oficiales” replican el buen rollo y se ponen a contagiar optimismo ,por la red circula el cabreo. Va a ser que hay dos mundos, ciertamente. Va ser que estáis cabreaos y va a ser que habría que hacer que se enteraran los del “budismo de cafetería” estos.