Olimpics again

Barcelona se marcha. Lo ha dicho su Alcalde, cuyos niveles de popularidad no dejan de alcanzar cotas imborrables. Se propone la Ciudad organizar unos juegos olímpicos de invierno en los Pirineos.

Al parecer son demasiados siglos de navegación, puerto marítimo y aguas que, procediendo de cien pueblos de Algeciras a Enstambul, ya no se corresponden con la nueva realidad catalana como el Gobierno de Vic, con participación de los compañeros del Señor Hereu, ha declarado recientemente. Barcelona se marcha a los Pirineos: es una Ciudad acostumbrada a los retos.

La Val d´Aran se ha pedido el derecho a Montjuic al saber que Puigcerda pretende quedarse con el Tibidabo. La sede institucional se ubicará, según primeros planes, en Baqueira cuyo camino ya conocen las instituciones españolas con las que, naturalmente, se consensúa en estos momentos la decisión.

No se han desmentido los rumores de que los aledaños de la Boquería se pasen a Andorra mientras el Mercado en si podría quedar instalado en la Pobla de Segur. Naturalmente, el tripartito, ha encargado al departamento de interior que encargue una serie de informes (no más de tres) para analizar el necesario cambio de hábitos alimenticios saludables para que los barceloneses sustituyan los arroces del Port Olimpic por la La escudella y carn d'olla, muy apreciadas en la montaña.

Siendo aragonés, aunque ejerzo poco, sigo defendiendo la candidatura de Jaca, un poco más cerca del monte y con instalaciones preparadas, aunque más por ser pesimista persistente como corresponde a nuestra etnia que por posibilidades de éxito, tras los sonados fracasos que llevamos acumulados.

Paréceme a mí que Jaca cuadra más con la filosofía de proximidad, sostenibilidad y modestia de recursos de unas olimpiadas de invierno que con la megalomanía urbana de la gran ciudad. El marketing urbano quizá debiera revisarse tras la crisis, ver que cosas impulsar acordes con el nuevo modelo sostenible que no sea la orientación urbanística en el entorno de los juegos como palanca de inversión; pero en fin, son cosas mías y del calendario electoral supongo.

Olimpics again, para que vuelvan los viejos amigos que hicimos, revisemos nuestras viejas glorias urbanas y, al fin, el mundo, desde Les Corts a Sant Marti y desde Nou Barris a Montjuic, sabrá que Barcelona tiene un Alcalde al que reto alguno detiene.