Me suena raro, rarísimo

Demasiadas cosas “suenan raro”. El ”suena raro” ha sido glosado en numerosos comentarios entre los que se puede leer este en uno de los blogs que sigo habitualmente. No insistiré en el asunto ni contestaré a la señora autora del ya célebre aserto.

A mí, lo que empieza a sonarme raro, rarísimo son las cosas que se oyen ya en La Moncloa. Y no es por tirarme el pisto, pero cuando me suena raro algo de La Moncloa, es que van a acabar jorobando. Avisados quedáis.

Por un poner, esta mañana, en la reunión de los bomberos pirómanos de los que ya hace un año hablé, a la Ministra española de la cosa le han leído la cartilla. Ella, para demostrar que es la mas seria, ha anunciado un plan de austeridad. Al mismo tiempo, me escaman las coincidencias, mi regulador favorito, el tal Ordoñez, ha propuesto la reducción del gasto público.

El gobierno español nunca invitado a la reunión de pirómanos acude este año, en función del ejercicio de la Presidencia Europea, a la montaña mágica donde más que aplaudir el alineamiento planetario por Leire anunciado – ha pasado un mes y aún no siento nada- le van a mojar la oreja.

Cosa del trajín este del paro y los niveles de endeudamiento que amenazan a la banca y anulan su capacidad de crédito. Que vengo a decir que para tranquilizar a los mercados (y a los votantes de centro) el gobierno español se apresta a controlar y reducir el déficit público.

Naturalmente esta es la nueva política planetaria y la consigna de izquierda del momento, como ha declarado el Premio Nobel de la Paz tras perder un escaño en el Senado.

Me suena rarísimo que los bancos hayan pedido socorro ante las deudas de los promotores porque el fondo actual podría no ser suficiente, teniendo en cuenta que ya estamos saliendo de la crisis. Rarísimo suena que se empiece a hablar de que la sostenibilidad fiscal a largo plazo dependa de las pensiones, cuando es sabido que al año que viene volveremos a tener superavit en la Seguridad Social. Suena rarísimo que el gobierno del cambio planetario ignore el hecho básico de que la reducción de déficit depende de la creación de empleo y la recuperación de los impuestos a él asociados, cosa próxima según se nos ha dicho reiteradamente.

Suena tan raro, rarísimo que empiezo a creer que las pesimistas previsiones de todo el mundo, excepto de la Moncloa, son desmentidas tan vagamente porque el gobierno no tiene idea de lo que está pasando. Suena tan raro que me alarmo. Incluso vengo a sospechar que no es buen asunto que la consigna de la Ministra sea la austeridad ¿le parecerá poco austero un 20% de desempleo ?

Suena tan raro, rarísimo, que estoy empezando a mosquearme. Hace prácticamente un año escribí, pensando en los causantes de la crisis, “ellos son imbéciles pero el dinero era nuestro”. Me temo que si con nuestra austeridad se paga, de nuevo, a la banca, el imbécil voy a ser yo. Y eso si que me va a mosquear del todo.