Crisis de Gobierno y yo navegando

Pues estaba yo navegando, ah, no os había dicho que me venía unos días de vacaciones con Liber, a navegar, sardinear y otras pitanzas…sería para no molestar, je, je.

Pues bien, estaba yo navegando y todos los dispositivos de información incorporados al móvil han sonado. Quiero decir que unos cuantos cabroncetes de esos que se han quedado, en pobre venganza, han encontrado pretexto suficiente para interrumpir mi navegación con la nueva: hay crisis de gobierno.

Hay crisis y yo navegando; una falta de cortesía más de este gobierno. Porque, como Keynes está tan de moda, habrá que recordar que ya dijo en sus memorias que, después de contribuir a refundar el capitalismo, abandonó las bancadas conservadoras para colocarse en el lado de “la burguesía educada”. De lo que se deduce, querido Jose Luis, que si uno se pone a refundar debe ser cortés. Y no; no lo es conturbar mi navegación con tamaña noticia.

Habréis deducido de mis textos que multitud de ministros y ministras me han ido pareciendo prescindibles a medida que pasaba el tiempo, especialmente los del área económica, directos responsables de las vicisitudes de papeleo, impuestos, y financiación, de mi modesta actividad profesional y, además, pandilla de pasivos diletantes, a los que no se les conoce idea alguna, a más de donar graciosamente dinero a la banca.

Claro que la larga tradición española de la crítica al ministro, procedente de la restauración, sólo tiene un objetivo: ser ministro en lugar del ministro. Y aquí radica la inconveniencia de hallarme yo navegando: el motorista no me habrá encontrado; no se me habrá visto en las escaleras de palacio, ni en mentidero alguno; y es por eso que tan terrible es la falta de cortesía de Jose Luis: os ha privado nuevamente de tener un ministro chachi como el que suscribe.

Bien idos sean los que se han ido. Lo que me interrogo es porqué otros se quedan. O sea que me pregunto por la utilidad de Sebastian, de Corbacho o de la ausente Garmendia. Porque cuando uno se pone, se pone, Jose Luis..


Jose Luis se rodea, dicen, de los mandamases. Vieja estrategia que, en realidad, quiere decir: si me hundo yo, todos los popes del corral conmigo. O sea que ahora tendremos múltiples portavoces que animarán el patio preelectoral, porque muchachos y muchachas, Pepiño no viene a inaugurar pantanos ni Chaves a arreglar la financiación autonómica, vienen a largar, a largar.

En fin, me voy a navegar y a ver si la próxima crisis me coge en palacio.