70 veces “cautivo y desarmado”: antifascismo

Corrían los primeros días de la transición, en 1976. El padre de una compañera de facultad, Ascensión, era propietario del afamado cine Avenida en el centro de Zaragoza; fui, en aquellas fechas, invitado a un pase privado de “Canciones para después de una Guerra” de Basilio Martin Patino. Al final del pase, alguien pregunto mi opinión; el padre de Ascensión interrumpió mi respuesta: lo que le molesta es perder la guerra otra vez.

Y tenía razón. Este año ha vuelto a ocurrir. Hoy, aprovechando la redonda efemérides de los 70 años he vuelto a leer, ver y escuchar decenas de historias de nuestros héroes derrotados. Cierto; debe ser glosado el antifascismo que inspiró a nuestra gente. Merece la pena porque aún hay “mala gente que camina y va apestando la tierra”.

Dejadme, empero, que habiendo sido 70 veces vencido, y esperando con gusto la siguiente, sea mi memoria para convocar un antifascismo más próximo y cotidiano. No se pueden obtener victorias retroactivas, pero se pueden conquistar futuros. Os llamo contra:
1.- Los brotes de fascismo en nuestras escuelas y campos de futbol
2.- Las discriminaciones, acoso y agresiones a homosexuales en Europa.
3.- El censo étnico de Sarcozy
4.- Las patrullas civiles, las rondas, de Berlusconi.
5.- El gobierno de Israel, Mugabe y toda esa pandilla.
6.- ETA y todos los demás terrorismos
7.- Los golpistas que andan por ahí, los que impiden elecciones y llenan las cárceles de presos políticos.
8.- Lefevrianos, legionarios de Cristo, y demás sectas que hacen negocio en nombre de las creencias de otros.
9.- Las mafias, camorras, cosas nostras (rusas, italianas, chechenas o de donde sean…).
10.- Los que someten a mujeres y niños con violencias y abusos.

Sobrada tarea, mientras voy recordando que he sido setenta veces “cautivo y desarmado”.