Se subasta joven parado: magnífica oferta.

Se llama Yanick Miel. Un joven francés de 24 años con dos masters, uno en derecho y otro en inteligencia económica y gestión de empresas, ha anunciado en eBay que se ponía a subasta entre el 23 de Febrero y el 4 de Marzo. eBay finalmente ha retirado el anuncio .
Yanick Miel, tras un contrato de prácticas de once meses, lleva cinco meses en el desempleo, ha realizado 20 entrevistas y se ha presentado a 300 empleos sin ningún éxito. Señala, el joven, con toda razón, que ninguna de las medidas impulsadas por su gobierno (tampoco por el nuestro) afecta a este tipo de desempleados.

Así que ha decidido obrar en consecuencia y se ha ofrecido en internet al mejor postor: “soy un joven diplomado en periodo de crisis; se bien que mi valor es escaso; es por ello que les propongo esta magnífica oferta”.

Supongo que los padres son los que habrán pagado el Master en inteligencia económica y deben sentirse orgullosos del muchacho. La oferta de salida: un euro. Un precio y una oferta magnífica, desde luego.

Es probable que se pueda calificar esta acción de marketing de guerrilla en el contexto de un “branding” personal; cualquier día discuto con Lidia del asunto. Pero el fondo me parece un tanto dramático: las fronteras entre trabajo y esclavitud se volatilizan en los usos y en la cabeza de la gente en cuanto la falta de perspectiva de empleo se adueña de la vida del personal.

El problema es que la acción de este joven resulta verosímil. Es creíble que un ser humano pueda ser comprado en una subasta como antaño a la llegada de un barco antillano. Se parece, por qué no, a ese camión en búsqueda de obreros a una gasolinera que uno puede observar a determinadas horas de la madrugada; se parece al trabajo negro de algunos talleres. La única diferencia es que el anuncio público de un joven en subasta hiere nuestra sensibilidad

Entiendo la retirada del anuncio; entiendo que la moral burguesa no pueda aceptar esta oferta de un hombre que se subasta como esclavo. Lo único que lamento de la retirada del anuncio es que no podremos probar cuantos empresarios, banqueros o corporaciones estaban dispuestos a subastar.