He ido al Mitin, naturalmente.

Vale; en la comida me han dicho Liber y Lidia que hoy hay que escribir sobre el mitin. Y si Lidia y Liber me lo mandan comprenderéis que no tenga lo que hay que tener para decir que no.

¿Qué mitin, me preguntáis? Perdón, chicos y chicas, el único mitin que hoy se ha pronunciado en España: el que ha reunido en Arganda del Rey a Cayo Lara (el máximo de IU), a Libertad Martínez , Caridad García y a Gema Lázaro.

Cayo está enfadado con los bancos; yo también. Cayo desconfía de la política de Zapatero; yo también. Cayo pide más iniciativa pública; yo también. Cayo defiende un socialismo del siglo XXI; yo, por si acaso, tampoco. Ya hubo un comunista francés que le dijo a Lenin "deja los setos sin tocar durante veinte años", y mejor le hubiera ido a Lenin haciendo caso.

Es que eso del socialismo es cosa seria. Pero en esto de la crisis a la gente de IU no le faltan razones. Esto de poner una vela a Obama (esto lo dice Lara) y otra a Botín (esto lo digo yo) no sólo no está funcionando sino que amenaza con retrasar la posible recuperación una larga temporada.

La deflación; la ausencia de inversión; la mirada al otro lado de los que predicaban reindustrialización, sostenibilidad o vivienda pública, no producen tranquilidad. El hecho de que el Ministro de empleo pase del asunto o que el de industria se dedique a defender que las eléctricas nos saqueen, no alienta el consumo privado. Que el dinero entregado a la banca este yendo a pagar créditos al extranjero, pues como que no sirve para nada.

O sea; que no le negaré a Cayo Lara razones. Siempre y cuando se dedique a eso (él, los suyos y suyas) y abandone su formación esas tontunas con las que de vez en cuando nos distraen (desde lo de las elecciones democráticas con partido único en Cuba hasta lo de los comunismos, las repúblicas y dos o tres cosas más).

Una de las frases aplaudidas en el mitin, dicha por Liber era: “Lo que hemos aprendido de nuestros veteranos compañeros y compañeras es una verdad como un templo: nuestro primer cometido es ocuparnos de la gente; nuestro segundo cometido es ocuparnos de la gente y nuestro tercer cometido es ocuparnos de la gente”.

Pues eso; que razones hay de sobra pero que no hace falta exigirle a la gente adhesión inquebrantable a improbables construcciones ideológicas o a cosas del estado que no sean poner el estado a servir a la gente

Es que yo creo, más o menos, en lo que dijo el más famoso de los Cayos conocidos: “Libenter homines id quod volunt credunt” (La gente casi siempre cree de buena gana en lo que quiere). Lo que quiere decir, en interpretación libre: no estropeéis, gente de IU, vuestras buenas razones con alguna tontería.