El cazador de venados y el torero: esos héroes.

Ciertamente es falso, pero me gusta difundir el rumor: un largo berrido de cérvido se ha oído esta mañana cuando ha dimitido el Ministro de Justicia.


Como ya he escrito otras veces, parece impresentable que un Ministro se vaya de lifara con un juez que instruye causa política. Lo que lamento es que el gobierno de la corrección política; la biodiversidad; el cambio climático y la sostenibilidad no haya cesado antes a un tipo que se hace esa foto machista y cutre, rodeado de venados muertos.


Claro que no es menos machista y cutre que sus correligionarios lo hayan jaleado al grito de ¡Torero! ¡Torero!. Es que la izquierda ética cuando se desafuera no para en barras, estética o corrección política. Ya ven, cazador de venados y torero: ese es el héroe de nuestro tiempo. ¿Quién negó la modernidad?


El cazador de venados se ha ido gritando que lo hace para que nadie manipule la situación contra el gobierno. Ni un lo siento; ni un reconocimiento de error, tan solo el reconocimiento de que los argumentos de la derecha lo inhabilitan.


No hace mucho un agricultor en paro de Alcalá de los Gazules (Cádiz) se ha enfrentado a una sanción de 24.000 euros después de ser sorprendido con cuatro conejos capturados con artes ilegales. El hombre alegó que se trataba de vender los gazapos para dar de comer a sus cuatro hijos. Me pregunto, aunque probablemente es una pregunta reaccionaria y desestabilizadora, cuánto vale un venado muerto por un furtivo.


El cazador de venados ha debido sentir la soledad del abandonado a causa del ruido mediático. Es que ya es mala suerte irse de caza y de jueces en periodo electoral, con causa en proceso o con una huelga en marcha. Cachis; con lo bien que mata uno venados en épocas discretas, sin periódicos ni derechas enredando. Total por unos bichos de “ná” como se ponen.


Y viene a cabrear un poco que la dimisión del cazador de venados se la apunten a la derecha que acostumbra a tapar sus vergüenzas con cabezas no de venados sino políticas. O sea, todo muy edificante.

Dejémoslo así: cazadores de venados, jaleos toreros en El Congreso y derechas. A que todo es bastante deprimente.