Los de Opel de Zaragoza son unos machotes, carecen de ética y mienten



25 de Enero de 2018

“Pues me voy y me llevo el corsa a otra parte". Así, en plan multinacional de las de antes, sin ningún compromiso responsable ni con el territorio ni con la plantilla, han reaccionado los responsables de Opel en Zaragoza a la ruptura de negociaciones con los sindicatos.

Ignoro las razones por las que los sindicatos abandonaron las negociaciones. Probablemente razonables aunque sujetas a consideración. Tampoco me cabe duda que después de algunas movilizaciones y de que diez o doce políticos se propongan como mediadores, las partes volverán a sentarse. Eso son las relaciones laborales.

Lo que resulta falto de toda ética es la respuesta de la empresa. Según los portavoces de la dirección, el nuevo Corsa no se hará en Figueruelas. El proyecto P2JO queda paralizado y el grupo PSA, propietario de Opel, estudia un nuevo emplazamiento para fabricarlo. Además, la entidad paraliza las inversiones en la nave de Carrocerías, anuncia la imposibilidad de optar a nuevos modelos y la realización de un estudio para integrar las dos líneas de producción en una sola en la planta. La empresa se dispone a "gestionar los impactos" de estas decisiones en materia de empleo.

Se acabo la finura y la responsabilidad social corporativa: o te bajas el salario o me llevo la fábrica. Uno de los tramposos del diesel se pasa, ahora, al chantaje del siglo XIX. Nada como el progreso si lo firman en Peugeot y lo escribe Cobo.

Este firmante, existen documentos publicados, ya expresó, junto a otros y otras – hace tanto tiempo que no perece la pena recordarlo-, sus dudas sobre la instalación de General Motors en Figueruelas. Hay que reconocer que han mantenido su compromiso por más tiempo del que entonces creíamos, aunque algún día alguien hará historia de las ingenierías inmobiliarias, mercantiles y financieras de los americanos que siempre consiguieron declarar pérdidas.

Los del grupo PSA (Peugeot, para entendernos), compradores de la empresa americana, se han apañado con un par de trimestres para decirles a los trabajadores y trabajadoras aragoneses que la tienen más grande. El Corsa es una de las joyas de la corona – ha compensado el fiasco en China del grupo-, pero solo si se reducen costes laborales. Ayer fue Carrefour, hoy es PSA: no es la rentabilidad, son los accionistas que reclaman la parte del león, cosa que no es de hoy.
En realidad, los números de PSA (Opel) demuestran resultados razonables – aunque Renault les va ganando-, demuestran que han hecho trampas con el Diesel como todos y que las aventuras extraeuropeas no acaban de funcionar.

Todos y todas sabemos, sindicatos incluidos, que el paradigma del automóvil ha cambiado, que la compra de vehículos se irá reduciendo, y que todas las tecnologías disruptivas afectarán a la fabricación de coches, en la misma medida que a otros sectores. Dicho lo cual, pasemos a lo que importa: el antiético y socialmente irresponsable mensaje de la 
compañía.

El Señor Cobo, jefe de los machotes de la Opel, lo mismo dona un coche, qué barbaridad de genrosidad, a un hospital, que se lleva la fábrica de Zaragoza. Esto es la llamada responsabilidad social que, en primer lugar, es laboral y, en segundo, es territorial. La ruptura de ese vínculo ético deja a Opel fuera del mercado responsable, acarrea conflicto y deteriora la imagen corporativa.

Y, además, es falsa: Cobo y su equipo han demostrado ser incapaces de gestionar uno de los productos estrella del mercado, no han ganado la batalla corporativa interna que se juega en el grupo y solo pretenden echar la culpa a los sindicatos de su incapacidad. Una incapacidad que es reversible, naturalmente, si trabajadores y trabajadoras se pasan al nivel de población laboral india, que es en realidad el que le gusta al grupo.
A
provechando la reforma laboral de Macron, PSA ya ha organizado más de mil despidos convenientes en Francia. Busca lo mismo en España; por otra parte PSA  siempre ha querido reducir su gama de modelos en OPEL y posicionarla como una marca especialista en coches eléctricos. Corsa, el producto estrella estará en el mercado a menos coste que en Figueruelas o no estará. Es la ética de Cobo y su pandilla. 35 años después, en la casilla de salida.