Banderas ha abandonado un proyecto cultural en Málaga, harto,
supongo, de estar harto. Estimado Antonio: permite que afirme que has cometido
algunos y graves errores estratégicos.
Para empezar, en las
condiciones de la nueva política de la gente, un actor de cine no es de fiar, especialmente si se es del "negocio".
Para ser un cómico aceptable, Antonio, debes modificar algunos hábitos:
primero, simpatizar con Maduro;
luego tener un tuiter donde llames
fascista a quien no opine como tú o les atribuyas el "nivel
cultural de una cuadrilla de toreros". No sería baladí que
hicieras talleres urbanos de
cualquier cosa, muy participativos - diez o doce personas, no
exageremos-, de esos que los concejales de barrio o cultura contratan a dedo. Ir a un concurso de
ideas, por Dios, mira que eres de la casta para acudir a tamaños sitios.
Antonio, ni siquiera eres un islandés que
pueda animar la participación ciudadana y al que se pueda contratar a dedo
como asesor para epatar al personal como, con notable acierto, ha
hecho el Ayuntamiento de Madrid. Reconoce que tampoco ayuda mucho que
seas cofrade y no hagas el Ramadán,
así no hay quien pille una buena subvención, con aplauso de la izquierda.
Cómo se te ocurre,
Antonio, pretender activar el
turismo; antiguo, que eres un antiguo, sea cultural o no. Ya no nos
gusta el turismo: si; es el 11% del PIB. trae 80 millones de personas al año,
que nos proveen de empleo y renta; mierda de capitalismo. Tu propuesta,
Antonio, gentrifica el centro,
encarece los alquileres y traen ingleses de esos que vienen por
turismo sanitario y nuestros baratos pisos. Contratos precarios es lo que tú buscas y lo que ahora
se lleva es convocar como voluntarios a las actividades municipales a actores que trabajen gratis.
Antonio,
así no vamos a ninguna parte. ¿Qué es eso de un contenedor cultural en pleno
centro urbano? Seguro que estas pensando en que un arquitecto o arquitecta
construya un "mamotreto" de esos que llenan España y
pretendan cobrar por su trabajo.
Hasta ahí podíamos
llegar: con lo hermoso que queda
un agujero urbano en pleno centro, descuidado y sucio, para
ser usado por la creciente y
explosiva participación ciudadanay tú pretendes llenarlo de
cine elitista, violines y cosas parecidas, que solo gustan a envejecidos
pequeño burgueses. Cómo te van a dar un espacio si ni siquiera gustas de las performances berlinesas subiendo por las
paredes.
Antonio, demasiados errores. Incluso creer, tú que siempre te declaraste
progresista, que la izquierda de las casas de cultura, los museos de toda
naturaleza, las salas de conciertos o los teatros es la de ahora. La gente, así
ha sido decidido por quien sabe de esto, reclama agujeros urbanos donde
desarrollar su exacerbada creatividad y no tus elitistas ideas.
Antonio, los que ya
somos algo mayores y hemos pasado algún achaque de salud, sabemos que podemos
reinventarnos. Déjame darte un consejo
estratégico que cambiará tu vida: hazte "okupa".
Ignora los pequeños
inconvenientes, como ducharte con agua fría o robarle la luz al vecino. Alquila
tu casa a Airbnb, naturalmente
en B, - el líder de Podemos en Baleares lo recomienda- y "okupa" el
solar. Incluso puedes vestir tu máscara y tontear en algún banco para financiar
el creativo proyecto. Concejales y
concejalas te acompañarán, en Madrid podemos dar un cursillo al respecto,
para evitar que autoridades y policías te afeen la conducta.
Haz un huerto,
algunos talleres para catorce o quince personas sobre ecosostenibilidad, que no
tengas ni idea no importa, pon literas y anuncia que tu trabajo, por ser del pueblo, no vale dineros y comerás del
aire - y de un par o tres contratos menores de adjudicación
directa al año.-
Abandona el elitismo
cinéfilo y teatral; repudia el turismo cultural: vuelve al espeto y al huerto urbano y serás hombre, hijo
mío.