Cuaderno de Campaña (VIII): ¿Tanta indecisión?

La radicalización de la campaña de los diferentes partidos se ha atribuido por algunos medios a la indecisión, fortalecida se dice tras los muy decisivos debates que se acumulan. Otros opinamos que esta primera semana suele utilizarse por las formaciones políticas para sellar las fugas y para movilizar al electorado. Y nada para movilizar al electorado como encontrar un enemigo y radicalizar la opinión sobre el tal enemigo.

Siendo el PSOE la formación más centrada es normal que tenga fugas hacia todos los vectores del plano. Y es normal que todo el mundo quiera pescar en su territorio. Quizá no sea tan normal esa sensación de ya hemos acabado con Sánchez, vamos a por otro, o que el PP celebre las maniobras de Pablo Iglesias y Errejón como propias o que estos se dejen.

Lo que sorprende es, también, que los sujetos del cambio hayan convocado la remontada, partiendo de aceptar el alto grado de indecisos que anuncian los medios de comunicación, especialmente los amiguetes. Mirad que igual los indecisos no son el 36% que dicen los periódicos sino el 19% de la segunda pregunta del CIS. Mirad que, a lo mejor, si quitamos donde Pablo Iglesias no manda (las mareas periféricas), los votos no dan para tanto y va a ser que hay poca remontada donde Pablo manda.

En esa carrera de ruido y ya hemos ganado, se comenten crasos errores de apreciación. Puede suceder que el esfuerzo para convencer al electorado de que uno no es lo que parece se desvanezca con alguna que otra propuesta propia de quien considera acabada la competencia electoral. 

Que conste que lo avisé: las tontadicas se pagan. Y los de Ciudadanos llevan penando un par de días  por sus tonterías y han pasado, en una noche, del centro a la derecha extrema. La supresión del agravante machista; la sandez de maestros funcionarios a los que no podemos despedir y las menos tontas y no menos graves estupideces sobre el holocausto o los atentados del 11 de Marzo, naturalmente descontextualizadas faltaría más, han colocado a los de Ciudadanos al borde de la catalepsia.

No neguemos el valor de las sandeces. El Ministro del Interior afirma tener un ángel de la guarda de nombre Marcelo. Y miren Ustedes, lo importante no es que se haga acompañar de un ángel; es que ha sido capaz de conocer su sexo, y en consecuencia bautizarlo.  
 
Y si quieren añadir tonterías, consideren que la existencia de élites económicas, según el candidato de la Unidad Popular, que ni es Unidad, ni es popular, es que hubo transición y no ruptura. De lo que cabría deducir no solo la responsabilidad traidora del partido en el que milita sino que, según el candidato, el transito a la democracia debía haber concluido con las élites en algún campo de concentración.

En suma, amigas y amigos, a medida que se acerca el final de la primera semana de campaña hay mucha gente empeñada en alejarse de sus potenciales votantes y en regalarle a otros partidos el sellado de la fuga de electorado.

Cuidado no sea cosa que entre una mala lectura de las encuestas y algunas tonterías se esté cerrando el tráfico de votos entre partidos.