El (des)contexto

Entiendan bien: con contexto, las injurias son simple humor. Más aún, quienes dimisión de chistoso nazi hemos reclamado pasamos a ser de derecha extrema, más faltaría.

Solo la debilidad de la Alcaldía ante la voracidad de los poderes fácticos que se oponen a la cultura desprivatizada, ha permitido esta ofensa intolerable que reclama venganza. Busquemos, inmediatamente, esos deleznables tuits de la derecha y a la cárcel con ellos y ellas,

La nueva política está hoy "descontexta". Pero es el caso, qué vamos a hacerle, que el relato del cambio se ha construido a golpe de tuits amenazantes, groseros y abundantemente falsos que han sufrido casi todos y todas quienes osaron oponerse al nuevo y glorioso tiempo.

La amenaza tuitera, la violenta interrupción de una conferencia o el bulo gritón en el plató de una televisión amiga, han eliminado a no pocos competidores atemorizados, sin espacio para contar su verdad.

Como aquí se dijo, el más amenazante de los gritones heredó, tuteló y mejoró una muy valiente corriente que siempre despreció esa vieja idea de que la forma es parte constituyente del fondo democrático.

Y la derecha más, reclamarán los pillados y pilladas en estomagantes y despreciables afirmaciones. Vale, y la derecha más, afirmaremos los demás que diremos "y tu, también", para ser calificados, inmediatamente, de derecha extrema.

Las y los profetas de la pureza popular, popular, reclamantes de miles de dimisiones, imputaciones y otras alegres cacerías, han sido atrapados en su propio griterío y por sus demandas de puras purezas. Ah, se les recordará lo que ha sido dicho y quien ose recordarlo será derecha extrema, no lo duden.

Y sin embargo, alcaldes y musas del cambio imputados, imputados son. Y chistes injuriosos, injurias son. Y griterío imbécil, imbécil grito es.

Quienes afirmaron que no solo era libertad de expresión, sino expresión democrática convocar la tortura de Gallardón (concejal Soto) o amenazar con enterrar a alguien "si sale de casa" (aspirante a concejala Mendiola) nos ponen encima de la mesa el valiente "alternativismo" realmente existente que no se para ante la hipocresía de la transición, como es sabido.

Aquí hemos criticado, más de una vez, a los ladrones de contexto que devalúan el horror de la historia. Lo diga Agamenón o su porquero alternativo sigo creyendo que vanalizar el sufrimiento de los pueblos es, en primer lugar, insultar al pueblo que sufre y, en segundo, insultar a la memoria democrática. Construir discursos con amenazas es, simplemente, despreciar la democracia. No me representa quien así se comporta,

Anda la nueva política poniendo candados a tuiter, borrando viejas vergüenzas, atrapados en la amenaza que ellos y ellas practicaron. Bienvenidos alegres muchachos y muchachas al mundo de la hipocresía democrática.

Yo también estoy " descontexto". Lo estoy porque costará desenfangar el debate político, salir del puñetero frentismo de las redes, volver a hablar de política.

Muchachos y muchachas de lo nuevo: que San Martín reparta suerte a los bocazas tuiteros,