Os pido perdón: yo monte la burbuja inmobiliaria.

Ya me había declarado cómplice antes, reconociendo mi defensa de los bajos tipos de interés. Esa defensa produjo que los pobres pidieran pisos y los promotores y banqueros tuvieron que ponerse a especular, por culpa de tanta presión popular

Pero, al final, no ha sido suficiente: Zapatero me ha descubierto. Fui yo, desgravándome en el IRPF la hipoteca de mí casa, quién montó la burbuja inmobiliaria, redimensionando el sector de la construcción por encima de lo razonable. Sólo me queda esperar que Garzón me mande un policía judicial o un sastre para imputarme por tamaña responsabilidad.

Menos mal que Zapatero está para resolver mi delito social y, a partir de ahora, los que ganen más de 24.000 euros, ni desgravación, ni nada, a pagar precio integro; nada de facilidades para comprar piso. Porque si; porque la sociedad del conocimiento es gastarse las pelas en comprar ordenadores baratitos para ponerlos en baratitos pisos de alquiler.

Me preguntaba yo no hace mucho por el interés este por joder a la clase media y a los propios votantes; creía que era cosa de radicales pero ahora entiendo que se trata de cosa de progres, en general.

A los banqueros se les da pasta por especular y a los compradores de vivienda se les quita para que no especulen. A los trabajadores de la construcción se les avisa para que abandonen el sector y a los promotores y banqueros se les regala créditos baratos. A los pobres se les penaliza por demandar bajos tipos de interés y a los banqueros se les baja el interés del dinero que se prestan entre ellos. Hay que evitar que os pongáis a provocar burbujas mientras promotores y banqueros trabajan para sacarnos de la crisis. A ver si lo entendéis de una vez.

Lo malo de los debates sobre el estado de la Nación es la obligación que tienen los protagonistas de ser ocurrentes. Porque las ocurrencias siempre caminan hacia el mismo lado: a joder a la inmensa mayoría y a buscar explicaciones absurdas para cosas elementales.

Nota: si compráis casa antes de que concluya el 2010 (o sea, si alguien os presta) os ahorraréis fiscalmente, calculado por encima, unos 30.000 euros. Los que os la compréis después a jorobaros.