Debía ser invierno (finales de 1988 o principios de 1989). Viajaba a Roma con Fernando Pérez Royo. Motivo, “magnun gaudio”: íbamos a ser evangelizados en nuestra fe europeísta por el mismísimo Napolitano, en vísperas de las elecciones europeas de Junio. (Si, Liber, derechosillo desde joven, no comentes).
Lo memorable fue la noche. No; Fernando y yo no nos fuimos a Via Venetto a pecar: cenamos en una vieja trattoria con Gian Carlo Pajetta (“Ragazzo Rosso", jefe del Estado Mayor de la Brigada Garibaldi, liberador de Milán: Fernando y yo éramos derechosos pero compartíamos esta tradición). Estaba yo cenando, que me acuerdo, un frito mixto a la romana (sesos, higados, calabaciones, pera, etc) con Barolo, excelente vino, y los italianos comentaban la última ocurrencia de algún dirigente del PCI sobre la gobernación de Italia. Pajetta, ladeando su boina negra, dijo: “Eccesso di Responsabilità”.
La escritura nunca podrá reflejar el tono en que el dirigente del querido y extinto PCI pronunció la sentencia. Fue entonces cuando entendí que el “exceso de responsabilidad” era la forma más vacía, aunque mediática, de hacer política. Pues con ese tonito le digo yo al tal Gómez que votar a Aguirre es “un exceso de responsabilidad”.
Porque esta larga introducción viene a cuento de que he leído esta mañana que el PSOE de Madrid apoyará la reforma de Aguirre en Caja Madrid, en nombre de la estabilidad de la institución. Se trata de la mayor manipulación política conocida de una institución financiera, por cierto cada vez más ajena a las necesidades de la gente de esta Comunidad ante la crisis, como comentaré otro día.
Desde mi ya lejana experiencia política, podría preguntar: ¿A cambio de qué? ¿A cambio de quién?
Lo más lamentable es que la respuesta es la “responsabilidad”. O sea; que el PSOE no piensa cambiar nada en Caja Madrid. O sea; que como usuario y ciudadano puedo pensar que esta responsabilidad es una cagada.
Seguid; seguid: votad a Aguirre y seréis alternativa al siglo que viene.
Claro que todo puede empeorar. He comido con unos amigos y cuando les transmito mi enojo me dicen: ¿ah, pero tú crees que votan a Aguirre a cambio de no poner a algún conocido de Gómez? Conclusión: no se si quiero que me cuenten las razones de su voto.
En fin. En estos tiempos, propongo una visión alternativa de la responsabilidad: unos pocos de valores.