Boicot, desinversión y sanciones a Israel.

Llevo días en ello: que más puede decir uno sobre Palestina; sobre el horror, que no haya sido escrito o leído. Y mira que no me gusta (demasiado) escribir de política. Pero se acabó: se van a enterar en Tel Aviv.

He recordado algo de lo que no he oído hablar demasiado, quizá porque no es muy popular en el ámbito de las esferas de los medios y lo políticamente correcto. En el año 2005, grupos de la sociedad civil palestina convocaron una campaña por “el Boicot, la Desinversión y Sanciones a Israel”. Era, ya entonces, una llamada a la conciencia de la gente para imponer sanciones similares a las que permitieron la caída del régimen de apartheid en Sudáfrica.

El mundo, las organizaciones internacionales, todos menos cuatro, han intentado resoluciones, diplomacia y reflexiones constructivas. Liber ha recordado que, una vez más, las armas y el dinero norteamericano son cómplices. Pero, quizá, también habría que recordar que nuestra magnífica Unión Europea actualizó su acuerdo de cooperación con Israel días antes de los ataques a Gaza o que Israel es, igualmente, el primer signatario de acuerdos con Mercosur.

No me cae bien Hamas, creo que nunca les compraría un coche de segunda mano, ni iría a un país por ellos gobernado ni los pondría en la lista de gente que defiende la paz y la democracia; o sea, que no son de los míos.

Pero dicho esto, el comportamiento israelita con los territorios ocupados y con Palestina se parece notablemente al comportamiento sudafricano. Dudo que el modelo de segregación que Israel sigue con Gaza sea muy distinto al de Sudáfrica en la época del apartheid.

Así que animo a activistas políticos y representantes que llenarán los plenos municipales, asambleas y parlamentos de mociones contra el asedio y la violencia sobre Gaza que incluyan una propuesta de alcance moral, político y fáctico: boicot, desinversión y sanciones.

Y, por cierto, ahora que se acercan las europeas y tenemos que votar sobre una Unión Política desaparecida (crisis económica, gas, Palestina, por un poner), ¿por qué no ponerle precio a mi voto?: una suspensión del acuerdo de cooperación con Israel.