La resistencia de los líderes al cambio corporativo.



Los líderes se resisten al cambio en las corporaciones. Como sois de natural malvado creéis que escribo esto por algún acontecimiento reciente. En absoluto. Y no sé porque ponéis esa cara de no creerme.

La inteligencia de las Corporaciones es inversamente proporcional a su longevidad y, por ello, la tendencia a la eternidad se apodera de sus líderes. Este es un inventario de prácticas de resistencia al cambio. Si eres un resistente, sigue la guía. SI eres un agente del cambio ármate de paciencia y pide consejo (los consultores cobramos módicas cifras por ello):

1.- La innovación se basa en la cultura corporativa pero el Líder debe negarlo. Cómo sólo él puede interpretar la misión corporativa, cualquier nueva idea sólo puede ser ocurrencia del enemigo, interno o externo.

2.- Sólo el Líder puede aprobar los cambios. Para evitar la sensación de urgencia que la innovación debe trasmitir, los cambios deben evaluarse en toda la pirámide organizativa, siendo deseable que encalle en alguno de sus peldaños para que el líder no deba mojarse (porque él, como se sabe, siempre ha estado por los cambios).

3.- La innovación corporativa requiere una coalición que sostenga y amplíe la base del cambio. El líder debe crear una coalición de “free riders” (gorrones) interesados en dejar las cosas como están. El líder exigirá que esta coalición sea quien se oponga a los otros. Eso salva al gran líder de decidir: sólo escoge al que sobreviva, porque él siempre estuvo con los que ganarán, como ya dijo no se sabe a quién.

4.- El líder debe mantener a la gente en ascuas. Debe expresar sus críticas libremente, y se guarda de cualquier elogio. Debe hacer saber que el nuevo manager previsto es menos competente y prescindible, animando incluso la contestación. Naturalmente, deberá, al mismo tiempo, cortar la cabeza al líder de la coalición por el cambio.

5. – La innovación necesita trasmitir su visión y utiliza modernas tecnologías de comunicación que no discurren por las estructuras formales o informales controladas por el liderazgo. Es por ello que éste debe responder con el rumor (la verdad es innecesaria) difundido a través de vías igualmente externas a la estructura formal, porque el líder deberá siempre negar haber dicho lo que dijo.

6. El líder debe tomar en secreto las decisiones de reorganización y presentarlas inesperadamente (eso también mantiene a la gente en ascuas). Especialmente, debe usar la sorpresa para que un gerente intermedio despida, a modo de castigo, a alguien de la coalición innovadora.

7.- Esta información no debe trasmitirse directamente a los afectados. Serán otros gerentes (para eso está la coalición de gorrones) quienes transmitan lo que el líder parece querer opinar. Incluso puede abstenerse de estar en el momento en que se adopten decisiones porque él nunca ha estado contra el cambio, como y dijo no se sabe a quien.

8.- El líder deberá encargar a un gerente de bajo nivel de la responsabilidad de organizar el personal, nombrar, despedir y desarrollar las medidas organizativas que en secreto ha tomado.

9.- Deberá hacerse saber que el incompetente nuevo manager es mejor que cualquier innovación porque, al fin y al cabo, al ser próximo al líder ya sabe todo lo importante sobre el negocio.

10.- El líder sabe que el propósito de los cambios es producir más cambios. Para evitarlo, además de un nuevo manager no muy competente, se definirán interminables laberintos burocráticos, intrincadas reglas, misteriosas políticas, descripciones de trabajo prácticamente talmúdicas, amplias reuniones y comisiones.

Ahora me diréis que algo de esto os ha pasado. Peregrino mundo que tenga que contaros yo estas cosas.