Randstad y tres millones en el paro: qué humano tener tantos recursos.

Dedico la mitad de mi tiempo a la comunicación. Supongo que, por eso, os aburro de vez en cuando con ello. En otras ocasiones, me he referido al contexto que la publicidad, para transmitir emociones, roba.

Hoy quiero referirme al contexto social en el que un anuncio opera. La cosa es que Randstad, la empresa de trabajo temporal, adquirió, mediante fusión, a un grupo belga y sus empresas del mismo gremio. Para anunciarlo ha puesto en circulación una visible campaña con el lema: “más recursos; más humanos”.

Efectivamente, esa campaña se inicia en el momento en el que se hace pública la cifra de 3 millones de parados: más recursos hay, desde luego; dudo si anunciándolo, los de Randstad se hacen más humanos.

Tan inapropiado como robar símbolos, lo que produce mi habitual cabreo, es ignorar que la conexión con el contexto social del receptor constituye uno de los requisitos para el logro de los objetivos de la publicidad actual, y una de las prioridades del creativo publicitario.

La ética en la comunicación debería basarse en el respeto a ese contexto y este respeto ser parte de la responsabilidad corporativa. No deberíamos sorprendernos de la debilidad de responsabilidad de una marca que anunció a los clientes su fusión con desfiles de “majorettes”, gesto que sin duda, supone una muestra ética de respeto a las mujeres.

El creativo de la campaña de Randstad (Agencia Belowgroup ) y la empresa han ignorado el contexto social de la campaña. El público objetivo en el que ha pensado el creativo no son los desempleados y desempleadas, carne de cañón y abuso de las ETT´s: pero su campaña llena la publicidad exterior de nuestras calles. Observadla y veréis, estimados parados y paradas, como disfrutáis haciendo cabriolas para que Randstad os contrate por una miseria.

Así que una empresa de imagen blandita, ese azulado casi invisible, que ha invertido millones en tratar de mejorar la imagen bastante deplorable de las empresas de trabajo temporal, decide demostrar que ignora el contexto en su campaña de captación. En fin; le quitamos unos puntos en responsabilidad corporativa y ética en sus comunicaciones y anunciamos que pasa a nuestra lista de productos y marcas boicoteados. Que tiemble el capitalismo.