Los ladrones de contexto: boicot a Kate Winslet.

Era Enero de 1985 y en el Primer Festival Rock in Rio. Mercury salió al escenario vestido de mujer, como solía cuando Queen cantaba esa canción; súbitamente, el público brasileño estalló en un silbido de desaprobación: entendió que le robaban el significado combativo que para ellos había adquirido I want to break free.
Leo hoy que el próximo Oscar se prepara para una escena de sexo de Kate Winslet, en la película The Reader, interpretando a Hanna Schmitz, una ex - guardia de un campo de concentración de Auschwitz que, además, en el Berlín de la Posguerra seduce a un menor de edad.

O sea que es de temer que le director, al igual del autor de la novela alemana que la inspiró, se apropien del nazismo y la pedofilia para hacer erotismo lo que, con voluntad o sin ella, es, sin duda, banalizarlo. Esto es apropiarse de una emoción, robar el contexto.

La capacidad del mercado, y de los medios, para apropiarse de símbolos con significado social y descontextualizarlo es conocida y creciente. La publicidad hace tiempo que dejó de relatarnos las ventajas del producto para asociar a él emociones. Y qué mejor emoción que las que corresponden al inconsciente popular, precisamente al que hay que convertir en consumidor.

El primer consejo en comunicación es no usar el lenguaje del adversario; y el mejor ardid del adversario es vaciar el contexto que da sentido a palabras e ideas. No hace mucho la sociedad Acciona, conocida por el impacto de sus obras o el despido de sindicalistas, se anunciaba publicando, con notable cinismo, un lema del 68: “seamos realistas, pidamos lo imposible”. De eso trata el uso impropio de símbolos populares para fines publicitarios: de descontextualizar, transmitiendo la emoción que evoca a un producto de consumo masivo.

En el verano, un profesor de italiano en Méjico denunció a los penúltimos ladrones de contexto: Una marca de Coca – Cola (Aquarius) se anunciaba con la música del Bella Ciao, la más cantada canción partisana de la resistencia contra nazis y fascistas. En el nuevo contexto de esa publicidad, la resistencia se convierte en un deporte divertido.

La memoria, el contexto, dice que Bella Ciao es un grito de dignidad, la esperanza de paz y libertad. Así que he decidido convocarles a que se resistan a los ladrones del contexto. "Questa mattina mi son svegliato e ho trovato l'invasor”. Me he levantado esta mañana, he visto al invasor y he decidido boicotear a la Coca – Cola, al Aquarius y, lo que es peor, a la Kate Winslet